El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó este viernes a Ucrania de cometer crímenes “neonazis”, una retórica que regularmente usa para justificar su ofensiva militar, esta vez en el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

“Olvidar las lecciones de la historia lleva a la repetición de terribles tragedias. Prueba de ello son los crímenes contra civiles, la limpieza étnica (y) las acciones punitivas organizadas por los neonazis en Ucrania”, aseguró Putin en un comunicado.

“Es contra este mal que nuestros soldados luchan valientemente” en Ucrania, añadió.

Para justificar la intervención rusa en Ucrania, Putin denunció en numerosas ocasiones el “genocidio” cometido según él contra las poblaciones ruso-hablantes del este de Ucrania, y calificó al gobierno de Volodimir Zelenski de “neonazi”.

“Todo intento de revisar la contribución de nuestro país a la Gran Victoria [en la Segunda Guerra Mundial] equivale a justificar los crímenes del nazismo y abre la vía al renacimiento de su ideología criminal”, insistió el mandatario ruso.

Putin lamentó igualmente “los millones de muertos inocentes –judíos, representantes de otras nacionalidades– que fueron abatidos, torturados, que murieron de hambre y enfermedad” en el Holocausto.

Hecho excepcional este año, y a causa del conflicto de Ucrania, según Varsovia, los representantes de Rusia no fueron invitados a las celebraciones del 78º aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, en el sur de Polonia.

Hasta ahora, Rusia siempre había participado en las conmemoraciones que se celebran cada año el 27 de enero.

“Esto es, por supuesto, una humillación para nosotros”, declaró el viernes a la prensa el gran rabino de Rusia, Berel Lazar, tras una ceremonia conmemorativa en el Museo Judío de la Tolerancia de Moscú.