Los últimos dos días han sido agitados para Georgia. Dos violentas protestas han dejado más de 300 detenidos a raíz de la participación de una delegación parlamentaria rusa en la XXVI Sesión General de la Asamblea Interparlamentaria Ortodoxa. Durante la ceremonia de apertura un parlamentario ruso se sentó en el sillón del presidente del Legislativo georgiano durante la ceremonia de apertura del evento, lo que fue interpretado como una ofensa por la oposición.

Y es que Georgia rompió relaciones diplomáticas con Rusia tras la guerra de cinco días que libraron en agosto de 2008 en la región separatista georgiana de Osetia del Sur y que concluyó con la victoria rusa. Tras el cese de las acciones bélicas, Moscú reconoció a Osetia del Sur y a Abjasia, otra región separatista georgiana, como Estados independientes, territorios que para las autoridades de Georgia se encuentran desde entonces bajo la ocupación de Rusia.

Por eso, un mitin convocado por varias formaciones opositoras generó violentos enfrentamientos entre manifestantes y policías con un balance de 240 heridos y 305 detenidos durante la primera jornada de protestas, el día de ayer. Hoy, alrededor de 10.000 personas se reunieron nuevamente hoy frente a la sede del Parlamento en Tiflis para reclamar la renuncia del del presidente del Legislativo, Irakli Kobajidze, y la celebración de elecciones parlamentarias anticipadas.

En particular, el exprimer ministro georgiano Gueorgui Kvirikashvili propuso un plan de salida a la crisis, consistente en realizar las próximas elecciones parlamentarias de acuerdo con el sistema proporcional, pero con la condición de que el voto sea obligatorio. El exjefe del Gobierno se sumó a los reclamos de cese de Gajaria al afirmar que «debe asumir su responsabilidad política ante la sociedad», tras los enfrentamientos entre manifestantes y policías que tuvieron lugar este jueves.

Kobajidze presentó hoy su dimisión, según anunció el alcalde de Tiflis y secretario ejecutivo del partido gobernante Sueño Georgiano, Kaja Kaladze, en una breve comparecencia de prensa transmitida por televisión.  Sin embargo, el partido se negó a cesar al ministro del Interior y a realizar elecciones parlamentarias antes de 2020, fecha establecida por la Constitución.

Paralelamente al mitin frente al Parlamento, varios cientos de estudiantes realizaron una congregación similar con las mismas demandas junto a la Universidad Estatal de Tiflis. Mientras en el mitin convocado junto al Parlamento están presentes muchos líderes opositores, los estudiantes prefirieron llevar a cabo una «protesta civil», en la que no hubiesen políticos presentes.

Aunque ambos mítines transcurren en relativa calma y sin violencia, el Ministerio del Interior, Gueorgui Gajaria, informó haber detenido a un residente de la capital de 70 años que preparó cocteles molotov para los manifestantes. Según las autoridades, el detenido preparó un total de 12 botellas incendiarias.

Todos los edificios gubernamentales se encuentran en estos momentos bajo estricta vigilancia con el fin de evitar que se repitan los incidentes de la víspera. Gajaria dijo hoy a la prensa que durante los disturbios del jueves tuvieron lugar «sucesos lamentables».

«La protesta justa de nuestros ciudadanos fue dirigida por algunos partidos políticos a un cauce violento contra la policía y las instituciones estatales. Esta violencia condujo al asalto al Parlamento», comentó y afirmó que los instigadores de la violencia serían «severamente castigados».