Si bien están acostumbrados a las concentraciones, incluso de algunos de meses —cuando se encara un año olímpico, como este 2020 lo iba a ser en principio—, lo que afrontan los atletas de alto rendimiento es una situación totalmente atípica.

Para todos, en realidad. Encontrarse confinados en sus casas u hogares por el aislamiento obligatorio, que busca contrarrestar la pandemia, los ubica en un espacio conocido, pero que deben reacondicionar en cierta forma para que se convierta en su gimnasio particular y así evitar algo que parece inevitable en cierto grado: perder la forma.

Los atletas pueden estar en un momento en el que sus rivales son ellos mismos. Me explico: exigirse por medio de las rutinas de entrenamiento y notar que se mantienen o, incluso, mejoran su conditción a pesar de estar encerrados y exponerse a alteraciones en alimentación u horarios de descanso. Eso sí, la mayoría de elltos tienen una motivación adicional: estar con su familia o núcleo.

En definitiva, es una situación difícil, aunque muy particular en cada deporte. Es necesario tener en cuenta que la forma deportiva obedece a múltiples factores de la preparación física, técnica, táctica y competitiva, entre otros. No en todas las disciplinas se pueden realizar actividades en cada uno de estos componentes.

Por ejemplo, en atletismo de fondo, marcha, ciclismo y remo —que se pueden practicar de forma específica para mantener la ttforma física y técnica usando un ciclo simulador o un ergómetro—, lo que se recomienda en circunstancias como las actuales es realizar un plan alterno guiado por su entrenador para no perder la condición física.

En otros deportes, el sacrificio, irremediablemente, tendrá que ser mayor, ya que la falta de espacio y medios de entrenamiento en el confinamiento limitan mucho las posibilidades de desarrollar trabajos físicos específicos.

En estos casos, se sugiere hacer rutinas con pesas libres o con el peso corporal y así, por lo menos, mantener la fuerza en los principales grupos musculares, cumpliendo con ejercicios en circuitos que alternen miembros superiores e inferiores. Entre unos seis a ocho, sería la cantidad indicada, para alcanzar en total tres rondas.

Aunque su grado de preparación es de alto nivel, no sobra recalcar, más aun ante el confinamiento, que antes de iniciar la rutina se realice un calentamiento, que puede ser variado; bien sea con salto de lazo, multisaltos o skiping, por ejemplo. Luego ya pueden hacer una buena rutina de ejercicios funcionales para el trabajo de la fuerza central (o core), equilibrio, propiocepción y movimientos con elásticos, simulando los gestos deportivos.

De igual manera, se pueden realizar muchos trabajos de técnica, dependiendo del deporte, aunque limitados pueden ayudar a no perder la sensibilidad a su medio, implemento o especialidad. Para ello, es fundamental mantener permanente comunicación con su entrenador y compañeros y hablar de su disciplina.

La interacción ayuda y mucho en momentos como los que estamos viviendo, por lo que en el caso de los atletas resulta significativo recibir recomendaciones e ideas de ejercicios específicos para desarrollarlos conjuntamente de manera virtual.

El mantenimiento táctico es mucho más complejo; sin embargo, se recomienda la alternativa de los videos de su deporte y de sus propias competencias, ya que así pueden analizar la situación, los errores y las estrategias empleadas.

Port último, no es recomendable por el momento salir a entrenar, así sea a tempranas horas, cuando el flujo de personas en calles o parques sea mínimo o nulo, pues debemos cumplir el confinamiento para mantenernos libres del virus.

Ahora se cuenta con un año más para preparar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio y si logran mantener la forma lo mejor posible, pronto podrán reiniciar los entrenamientos, quizá más recuperados y con mayor energía y disposición que antes. Tengan siempre presente algo, por favor: este reto lo ganamos entre todos.