Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), invitó a los venezolanos a regresar pacíficamente a sus casas, tras anunciar el resultado, ya irreversible, de las esperadas elecciones regionales: el chavismo se llevó 17 gobernaciones y la oposición ganó cinco.

Eso significa que la oposición se quedó con dos botines electorales más que hace cinco años. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que reúne a los partidos opositores, le arrebató los estados de Zulia y Táchira al oficialismo. Ambos son estados fronterizos, muy cercanos a la ciudad de Cúcuta, en donde los estragos de la crisis socioeconómica y política se han hecho sentir.

Sin embargo, esta pequeña suma no tiene a los líderes opositores contentos.

En primer lugar, la oposición perdió el Estado de Miranda, la segunda fuerza electoral del país, con más de 2 millones de votantes que históricamente habían sido fieles a la MUD. Henrique Capriles, quien era el gobernador desde 2008, tuvo que despedirse del juego político porque la Contraloría General de la República de Venezuela lo inhabilitó durante 15 años.

Así, la oposición perdió uno de sus rostros más importantes. En su lugar nombró al exalcalde de Sucre, Carlos Ocariz, quien terminó perdiendo contra el candidato oficialista Héctor Rodríguez, en una votación apretada en la que este último ganó con el 52% de los votos.

Gerardo Blyde, jefe de campaña de la MUD, aseguró que su partido tenía información distinta a la presentada por Lucena. Los líderes del movimiento opositor salieron juntos para hablar de fraude y dijeron con firmeza que no reconocían los resultados.

Con un 80% de desaprobación del presidente Nicolás Maduro, según la última encuesta publicada por Gallup Latinoamérica, la oposición tenía la certeza de que ganarían, al fin, mayoría en las elecciones regionales. Capriles, cuando invitó a los venezolanos a acudir a las urnas en horas de la mañana, dijo que estas votaciones debían ser interpretadas como un plebiscito contra Maduro.

La oposición llegó a estas elecciones abatida por las recientes decisiones de las autoridades venezolanas de inhabilitar a sus líderes más carismáticos, por las alteraciones en los puestos de votación y por la decisión del CNE de no incluir a los ganadores de las consultas internas en el tarjetón electoral.

En las próximas horas, anunciarán cuál va a ser, tras las nueva derrota, su paso a seguir.