El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió anexar el Valle del Jordán, una región estratégica de la Cisjordania ocupada, si gana las legislativas del 17 de septiembre.

La propuesta, que fue abalada por sus seguidores, generó de inmediato críticas de la comunidad internacional y fue considerada como una retórica peligrosa por sus adversarios políticos. ¿Qué significa esto concretamente?

En una rueda de prensa este martes, el primer ministro israelí anunció su intención de anexar las colonias judías construidas en el Valle del Jordán, una franja de tierra fértil que se extiende desde el sur del lago de Tiberíades (también conocido como mar de Galilea) hasta el norte del mar Muerto.

«Hay un lugar donde podemos aplicar la soberanía de Israel inmediatamente después de las elecciones», declaró Netanyahu, mostrando el mapa del Valle del Jordán. «Hoy anuncio mi intención de aplicar, con el próximo gobierno, la soberanía de Israel en el Valle del Jordán y el norte del mar Muerto», afirmó, precisando que la anexión no incluía las ciudades palestinas, como Jericó (que quedaría rodeada).

Según Netanyahu, el plan de paz para Oriente Medio que está elaborando el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump constituye una oportunidad «histórica y única» para esta anexión.

Sin embargo, esta propuesta de Netanyahu no es nueva. Días antes de las elecciones del pasado 9 de abril, Netanyahu prometió anexar colonias judías construidas en la Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967. Y, recientemente afirmó que quería aplicar «la soberanía israelí» en territorios palestinos. Pero sin especificar cuándo ni exponer un plan concreto de anexión.

Lo novedoso del martes es que designó específicamente el lugar (el valle del Jordán) y se comprometió a empezar «inmediatamente» después de los comicios si su partido, el Likud, dirige el gobierno.

En las pasadas elecciones, el Likud obtuvo 35 escaños de los 120 del parlamento, es decir, tanto como la formación Azul y Blanco de su rival Benny Gantz. Netanyahu fue incapaz de formar un gobierno de coalición y convocó elecciones, previstas para el 17 de septiembre.

¿Qué es el Valle del Jordán y por qué el interés en esta zona?

El Valle del Jordán ocupa aproximadamente el 30% de la Cisjordania ocupada. Está situado al este de este territorio, a lo largo de la frontera jordana y la mayor parte de este valle se halla en la zona «C» de la Cisjordania ocupada.

La zona «C» abarca alrededor del 60% de Cisjordania y está administrada principalmente por Israel.

Unos 10.000 de los 400.000 colonos israelíes residentes en la Cisjordania ocupada viven actualmente en el Valle del Jordán, según datos del gobierno israelí y de una oenegé. Pero, además, se trata de una zona muy estratégica, por ser fronteriza y el corazón de una industria agrícola.

Por su parte, alrededor de 65.000 palestinos viven en el Valle del Jordán, según la organización israelí Btselem.

Las reacciones no se hicieron esperar

Los palestinos condenaron la promesa duramente. «Es una violación flagrante al derecho internacional, es un robo de tierra flagrante, es limpieza étnica. Destruye no sólo la solución de dos Estados, sino cualquier posibilidad de paz», declaró a la AFP Hanan Ashraui, directiva de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Turquía, Jordania y Arabia Saudita advirtieron a su vez que este tipo de iniciativas podrían tener consecuencias regionales. Turquía aseguró que era una promesa “racista”, Jordania advirtió que esta decisión “arrastraría hacia la violencia en toda la región” y Arabia Saudita habló de una “escalada peligrosa”.

La ONU también advirtió que una anexión «sería devastadora para la posibilidad de reactivar negociaciones, la paz regional y la esencia misma de una solución de dos Estados», uno israelí y otro palestino, uno junto al otro. Y, sobre esta misma línea, la Unión Europea, aseguró que el plan de Netanyahu mina las perspectivas de paz.

Incluso la prensa israelí criticó el anuncio del primer ministro: «Las declaraciones arrogantes sobre la anexión de los territorios (…) y la decisión de confiar completamente a un presidente estadounidense en el que ningún líder responsable debería confiar, nada de todos eso permitirá arreglar los auténticos problemas de Israel», escribió el Yediot Aharonoth, el principal periódico de la prensa israelí.

¿Qué puede pasar?

Para Ofer Zalzberg, analista del International Crisis Group, la propuesta de Netanyahu está destinada al electorado de derecha, partidario de la colonización, a falta de unos días para las elecciones, cruciales para su supervivencia política.

Las consecuencias para los palestinos serían más simbólicas que prácticas, estima. Y es que la mayoría del Valle del Jordán se encuentra en la «zona C» de Cisjordania, ya bajo control israelí.

No obstante, perpetuaría una situación considerada temporal, a la espera de un Estado de Palestina, recalca Zalzberg.

El presidente palestino Mahmud Abas, por su parte, advirtió que la anexión invalidaría todos los acuerdos alcanzados entre israelíes y palestinos.