El domingo será un día difícil para miles de migrantes sin papeles que viven en Estados Unidos. El presidente Donald Trump, quien suele cumplir sus amenazas, les había dicho a los inmigrantes indocumentados que lanzaría una serie de redadas para capturar y deportar a quienes no estuvieran legalmente en ese país. Aunque por presión de varios sectores aplazó dos semanas la medida, lo cierto es que el domingo 14 de julio las redadas masivas regresan.

Y aunque esta es una práctica común de los gobiernos estadounidenses, la diferencia esta vez es que es una operación coordinada en diez ciudades, que afectará a cerca de 2.000 familias y durará varios días. Las ciudades en donde se concentrarán los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) son Nueva York, Miami (Florida), Houston (Texas), Los Ángeles y San Francisco (California), Chicago (Illinois), Atlanta (Georgia), Baltimore (Maryland) y Denver (Colorado).

La idea según ICE es reducir el número récord de ciudadanos, principalmente centroamericanos, que han saturado el sistema.

Mark Morgan, director interino del ICE, señaló en una entrevista con la cadena ABC que “el objetivo son 2.040 personas y no tiene que ver con el miedo, sino con el Estado de derecho y con mantener la integridad del sistema”.

¿Qué pasará el domingo?

De acuerdo con el periódico The New York Times, ese día grupos de agentes del ICE van a llegar a las casas en donde supuestamente viven los indocumentados, pero no se sabe si detendrán a otras personas en el camino.

“En esas deportaciones, las autoridades podrían detener a inmigrantes que estén en el área aun cuando ellos no fueran los buscados”, añadió el periódico.

“En la medida en que sea posible, los miembros de familias arrestados juntos serán llevados a centros de detención para familias en Texas y Pensilvania. Pero, debido al espacio limitado, algunos podrían terminar en hoteles mientras se preparan sus documentos de viaje”, explicó el periódico.

Según un funcionario federal, citado por otros medios estadounidenses, “se instruyó a los agentes de Nueva York ir a los hogares de las familias donde hay migrantes no autorizados e informarles que dejen el país en treinta días. Tal vez se coloquen grilletes electrónicos a los miembros de las familias para rastrearlos”.

¿Qué hacer si es detenido?

Los inmigrantes no tienen información sobre sus derechos. Por eso organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) informó que tienen derecho a guardar silencio y pedir un abogado.

Dicen que si llegan a una casa, la familia debe exigir una orden de allanamiento firmada por un juez competente y además no les deben permitir el ingreso. ACLU también dijo que las personas que viven en EE. UU., más allá de su estatus migratorio, están protegidas por las leyes y la Constitución.

El secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, informó que los cincuenta consulados de México en Estados Unidos están evaluando “todos los medios legales” para proteger a los mexicanos frente a estas deportaciones.

“Hay muchas vías legales diferentes pero podría decir, sin temor a equivocarme, que estamos listos para defender de forma eficaz a los mexicanos en todo el territorio de Estados Unidos”, expresó en rueda de prensa en el Palacio Nacional. Migrantes entrevistados por cadenas de noticias de EE. UU. cuentan cómo viven con miedo por las redadas. “Mis hijos se van a la escuela y no abro más la puerta hasta que vuelven, porque me da miedo que me coja la migra”, le dijo María Ladínez a la prensa.

El plan migratorio del yerno de Trump

El presidente estadounidense ha dicho que detendrá estas medidas si se detiene la llegada de migrantes por la frontera con México y si el Congreso aprueba finalmente un acuerdo migratorio, algo que se ve muy lejano.

El problema es que el único que ha trabajado juiciosamente en el tema ha sido Jared Kushner, el polémico esposo de Ivanka Trump, quien hace dos semanas presentó un plan de paz para Israel y Palestina, que no fue bien recibido.

El proyecto de Kushner —que, de acuerdo con la cadena hispana Univisión, cuenta con respaldo de varios senadores republicanos— fue anticipado en abril y se basa en un fuerte componente de seguridad nacional, no incluye beneficios para la mayoría de los 10,4 millones de indocumentados que viven en el país y anticipa modificar la Ley de Asilo.

El día del anuncio, la Casa Blanca dijo a Univisión Noticias que el presidente se había reunido con miembros de Senado para hablar sobre un potencial plan migratorio. “Fue la oportunidad para recibir sus ideas y recomendaciones al plan que incluye seguridad en la frontera e inmigración basado en méritos”.