Rusia, que hace algo más de un mes se involucró directamente en la guerra de Siria lanzando una intervención aérea en apoyo de las fuerzas leales a Damasco, está decidida a impulsar también un arreglo político del conflicto sentando a negociar al Gobierno y la oposición.

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo hoy que apoya totalmente los esfuerzos del enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, para sentar en una mesa de negociaciones a representantes de la oposición y del régimen de Bashar al Asad con el fin de terminar con más de cuatro años de guerra.

Lavrov afirmó que espera que en los próximos días pueda acordarse una lista de grupos de la oposición moderada dispuestos a sentarse a negociar el futuro de su país.

«Se trata de saber quién pertenece a esa oposición que se dice moderada y que debería formar parte de las negociaciones que el enviado de la ONU y su equipo están preparando en el contexto del arreglo político de la crisis siria», afirmó el ministro en una conferencia de prensa después de reunirse en Moscú con el enviado de la ONU.

El jefe de la diplomacia rusa también dijo que, igualmente, debe quedar claro qué grupos de los que actúan en Siria son considerados «terroristas» y no estarían cubiertos por un eventual alto el fuego que tanto Rusia como EEUU y el resto de los actores externos del conflicto buscan en las conversaciones de Viena.

La semana pasada, los titulares de Exteriores de una veintena de países -entre ellos Rusia, EEUU, Arabia Saudí e Irán– celebraron un encuentro en la capital austríaca que supuso el comienzo de un nuevo proceso diplomático para tratar de impulsar un alto el fuego y una transición política en Siria.

En esa reunión, se pactó un catálogo de nueve puntos que incluye la búsqueda de un alto el fuego a nivel nacional, una transición política que desemboque en la celebración de elecciones y la lucha intensificada contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

«Estamos dispuestos a celebrarla (una reunión con representantes sirios) en Viena y a empezar inmediatamente este proceso», dijo De Mistura hoy en Moscú.

«El objetivo es muy simple: los sirios tienen que involucrarse lo antes posible en este proceso (de arreglo político)», reiteró.

El jefe de la diplomacia rusa no indicó dónde quiere celebrar la reunión, pero el viceministro de Exteriores Mijaíl Bogdánov señaló ayer que Moscú invitará a representantes de Damasco y de varias organizaciones de la oposición siria a una reunión en Moscú la semana que viene.

«Los actores regionales y la comunidad internacional deben ayudar a las autoridades sirias y a la oposición a iniciar cuanto antes un diálogo sin condiciones previas», insistió De Mistura.

«Deseamos al señor De Mistura la mejor de las suertes en este trabajo y le apoyaremos de la mejor manera posible. Espero que otros participantes en las conversaciones en Viena estén igual de comprometidos en apoyarle para que pueda tener éxito en su misión», replicó el ministro ruso.

Se refería a EEUU, que ayer consideró que es «prematuro» invitar a la oposición siria a cualquier diálogo sobre un proceso de paz en el país.

Poco después de la conferencia de prensa, la Cancillería rusa informó de que Lavrov habló por teléfono con su colega de EEUU, John Kerry, acerca de «las posibilidades de apoyo internacional al proceso inter-sirio, incluida la formación de una delegación unida de la oposición…», y señalaron que esto se tratará en la próxima reunión de Viena.

Lavrov y de Mistura coincidieron en la necesidad de continuar con esas reuniones ministeriales en Viena.

«La tarea de los actores externos (en las conversaciones de Viena) consiste en lograr que las partes se sienten en la mesa de negociaciones», subrayó el titular ruso, para quien el formato de Viena «es casi ideal para acompañar los esfuerzos hacia el arreglo sirio».

El enviado de la ONU dijo que planea visitar Washington los próximos días «para garantizar el éxito de los trabajos que hemos comenzado».

El diplomático sueco coincidió con la posición defendida por Rusia de que el futuro del presidente sirio, Bachar al Asad, solo incumbe a «los propios sirios», que son quienes deben decidir qué Gobierno desean tener.

Ayer, la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, volvió a señalar que la permanencia de Asad en el poder no es una cuestión de principio para Rusia.