Más de 500 tenistas, y varias personas acreditadas en Melbourne para el Abierto de Australia, fueron aislados después de que un trabajador de uno de los hoteles en los que se alojan los participantes del torneo diera positivo para COVID-19.

Así lo anunciaron las autoridades de Victoria, estado donde se desarrolla la competición. Todas las personas que fueron apartadas, además, tuvieron que pasar un test este miércoles, para descartar más casos que puedan poner en riesgo la realización del torneo.

No obstante, el primer ministro de Victoria, Daniel Andrews, le restó importancia a lo sucedido y explicó que no espera que este hecho tenga mayor relevancia en el cronograma trazado para la realización del primer Grand Slam del año, que empieza el lunes 8 de febrero.

“Podría tener un impacto mañana en los torneos previos que se están jugando, pero en este momento no veo que vaya a afectar el Open de Australia como tal”, informó el dirigente a la prensa.

Cabe destacar que en las últimas semanas, ante los saldos positios de 0 contagios durante varios días de enero en Australia, la organización informó que la competición se disputará con un aforo de máximo el 50% de espectadores en las tribunas de cada encuentro. Por ahora, la decisión se mantiene, pero habrá que esperar la evolución de los casos positivos por Coronavirus antes de que inicie la competencia.