«Es una acusación totalmente infundada. Siguen diciendo que son agentes del GRU (agencia de espionaje militar rusa). Negamos totalmente eso, no es verdad», afirmó Alexander Shulgin,  representante ruso en la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), quien además calificó de «absurda» y «surrealista» la acusación británica de que Moscú está detrás de los envenenamientos.

Rusia convocó hoy a los Estados parte de la OPAQ para una sesión informativa en la que se ausentaron el Reino Unido, Estados Unidos y Francia.

«Los británicos nos habían pedido clarificar la situación y se supone que debemos darles respuesta. Si no quieren tratar con nosotros directamente, podemos hacerlo a través de la secretaría técnica» de la OPAQ, dijo el representante ruso, aunque sugirió que Moscú y Londres «exploren contactos bilaterales».

Respecto al agente nervioso Novichok, usado por agentes rusos para los envenenamientos según Londres, Shulgin presentó un documento de 300 páginas para demostrar que dicha sustancia «ha sido utilizada por muchos países occidentales».

El diplomático hizo estas declaraciones al salir de la sede de la OPAQ, en La Haya, después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmara hoy que las autoridades rusas conocen las identidades de Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, los dos sospechosos señalados por el Reino Unido.

«Sabemos quiénes son; los encontramos», dijo el jefe del Kremlin, quien subrayó que ambos son «civiles», por lo que les pidió que se dirijan a los medios de comunicación para que cuenten su versión, pues «no hay nada de criminal» en sus conductas.

La Fiscalía británica ya ha indicado que no solicitará a Rusia la extradición de Petrov y Boshirov porque la Constitución de ese país no permite la entrega de sus nacionales, pero ha emitido una orden europea de arresto, lo que implica que si viajan por Europa podrán ser detenidos para ser juzgados en el Reino Unido.

Por su parte, uno de los sospechosos del ataque al exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia en el Reino Unido, identificado por la policía británica como Alexander Petrov, dijo hoy estar dispuesto a hacer una declaración para la prensa la semana que viene, según el canal Rossiya24.

En una conversación con la cadena, el hombre declinó comentar las acusaciones en su contra, pero dijo que, posiblemente, lo haría «la semana próxima».

«Por ahora no quiero comentarlo. Tal vez, más tarde. Creo que la semana que viene», señaló el ciudadano ruso, que, según medios locales, trabaja en una empresa farmacéutica.