Este miércoles a mediodía, la Cámara de Representantes de Estados Unidos vuelve a votar, en un cuarto intento, para elegir al presidente de la corporación. El día anterior, por primera vez en un siglo, la Cámara Baja no logró un acuerdo para nombrar al reemplazo, en este caso, de Nancy Pelosi.

Pasado el anochecer, se levantó la sesión para que los legisladores pudieran ir a negociar y volver con la esperanza de un mejor resultado este miércoles.

Los republicanos, el partido de oposición que logró la mayoría en la Cámara tras las elecciones de noviembre, están divididos, por lo que el principal aspirante al tercer puesto más importante del país (después del presidente y la vicepresidenta de la Nación), Kevin McCarthy no obtuvo los 218 votos que necesita para presidir la institución.

En el trasfondo de la discrepancia está un grupo de partidarios del expresidente Donald Trump que consideran a McCarthy demasiado moderado y piden más garantías.

Donald Trump, sin embargo, pidió esta mañana que cese el bloqueo al candidato del partido. “Es hora de que todos nuestros grandes miembros republicanos de la Cámara (baja) voten por Kevin”, afirmó Trump en su red social Truth.

“Republicanos, no conviertan un gran triunfo en una gigantesca y vergonzosa derrota”, agregó el exmandatario republicano.

El partido, por lo demás, se encuentra en dificultades después de que en las elecciones del 8 de noviembre, conocidas como las midterms, no ocurriera la “oleada roja” que se esperaba, pues los republicanos lograron una mayoría menos holgada de lo previsto en la Cámara, mientras que los demócratas se impusieron en el Senado.

Así las cosas, la nueva Cámara de Representantes, sin presidente, no ha podido presentar su juramento para servir durante los próximos dos años.

A lo largo de las votaciones, el partido del presidente Joe Biden, que tiene 212 escaños en la Cámara, se ha unido en torno a la candidatura del líder demócrata Hakeem Jeffries, sucesor de Nancy Pelosi en esa función. Sin embargo, es evidente que no tiene los votos suficiente para llegar a ser el primer afroamericano en presidir la Cámara Baja.

En 1923, la última vez que esto ocurrió, hicieron falta nueve rondas de votación para lograr un consenso. En 1856 el trámite tardó dos meses.

Entretanto, el presidente Joe Biden se ha mantenido al margen. Su portavoz, Karine Jean-Pierre, aseguró que el líder demócrata no “se entrometerá en este proceso”.

Como señala la AFP, “en caso de parálisis legislativa culpará del bloqueo, muy probablemente, a los republicanos, con la esperanza de beneficiarse políticamente”.