Donald Trump está afanado por completar una de las propuestas más grandes y polémicas de su campaña a la presidencia en 2016: la construcción de un muro en la frontera de EE. UU. con México. Según informa el diario The Washinton Post, el presidente estadounidense está urgiendo a su equipo para adelantar esta tarea antes que comience oficialmente la carrera electoral de 2020 en la que el republicano se juega la reelección. El galardonado medio estadounidense afirma que Trump les habría dicho a sus funcionarios que no importaba si para cumplir sus ordenes tenían que incumplir la ley, pues los indultaría en caso de ser necesario.

“Confisquen el terreno, si se ven obligados a violar la ley en el proceso, no se preocupen, yo los indultaré”, habría dicho a Trump a sus asesores, según fuentes anónimas de la Casa Blanca.

A poco más de un año de celebrarse nuevamente elecciones presidenciales en el país, el presidente Trump y su administración apenas ha podido reemplazar menos de 100 kilómetros de muro en zonas en las que ya había construida una pared divisoria. El mandatario había prometido levantar un muro de 800 kilómetros a lo largo de la frontera sur, y llegar a la nueva campaña sin cumplir su principal propuesta de 2015 podría decepcionar a sus seguidores.

“Él dice que la gente espera que él construya el muro y que tiene que estar listo para las elecciones”, señaló un exfuncionario. 

Sin embargo, Trump luce confiado en público. El jueves publicó un tuit en el que aseguraba que la construcción del muro avanzaba rápido pese a la “obstrucción de los demócratas en el Congreso y en todos los lugares”. El mandatario compartió un video en el que se ve avances de la construcción del muro en un punto que no se ha especificado. No se tienen pruebas de mayores avances de este proceso.

Trump espera que el secretario de Defensa de EE. UU., Mark T. Esper, le apruebe un fondo de USD $3.600 millones para costear el proyecto en las próximas semanas, luego del fracaso del mandatario para conseguir que el Congreso le entregara un monto de USD$ 5.000 millones para continuar con las obras. El mandatario ha insistido en los últimos días que quiere que su muro sea más “caliente que el sol” por lo que desea que se pinte de negro para que la estructura absorba el calor y sea caliente al tacto. El objetivo de Trump es hacer una pared que no se pueda atravesar de ninguna manera. Sin embargo, este detalle incrementaría el valor de las obras en por lo menos USD $ 70 millones.

The Washington Post también encontró testimonios de personas dentro del proyecto del muro que dicen que se está usando equipo pesado para mover tierra en zonas sensibles, cercanas a reservas y parques naturales sin ningún estudio de seguridad.

“No les importa cuánto dinero se gasta, si se violan los derechos de los propietarios, si se daña el medio ambiente, la ley, las normas o incluso las prácticas comerciales prudentes”, dijo un alto funcionario.

El otro muro que construye Trump

La política migratoria del mandatario ha sido un fracaso hasta el momento. Luego de ya cerca de tres años de gobierno, Trump no ha podido contener el flujo migratorio hacia su país. Los castigos financieros contra países centroamericanos solo han impulsado las caravanas de migrantes hacia el norte y dentro de EE. UU. su administración carga con denuncias por violación a derechos humanos tras el maltrato contra menores migrantes.

Por todo ello, Trump no solo busca crear una barrera física para tratar de reducir la migración hacia su país, sino que también quiere formar un muro en las cortes para que sean más duras a la hora de rechazar solicitudes de asilo. Seis nuevos jueces de la Junta Migratoria de Apelaciones, que juraron en su cargo el viernes, hacían parte de cortes de inmigración con un elevado porcentaje de deportaciones. Tres de ellos tienen un largo historial de solicitudes de asilo rechazadas. Dos formaban parte de la corte de Atlanta en Georgia que en los últimos seis años rechazó el 95% de solicitudes de asilo. Trump ha reorganizado su gobierno en las últimas semanas para que sea más duro con los solicitantes y defender así por todos lados su guerra contra la migración. El plan del presidente de imponer barrera en las cortes ya comenzó a desarrollarse, y sus primeros efectos podrían verse en las próximas semanas.