Twitter anunció este lunes haber borrado 70.000 cuentas afiliadas al movimiento conspiracionista pro-Trump QAnon, implicado en los recientes hechos violentos en Washington, en lo que parece ser el inicio de una gran purga de ese grupo en internet por parte de las grandes plataformas digitales.

Más temprano, Amazon, siguiendo el ejemplo de Apple y Google, había expulsado de sus servidores a Parler, acusando a esa red social, tomada por los adeptos de QAnon y otros partidarios del presidente estadounidense, de proliferar violentos mensajes tras el asalto al Capitolio estadounidense.

Twitter suspendió “de manera permanente” 70.000 cuentas asociadas a ese movimiento de extrema derecha desde el viernes, cuando decidió bloquear definitivamente la cuenta de Donald Trump, acusado de haber incitado a sus partidarios a interrumpir la oficialización de la victoria de su rival demócrata Joe Biden por el Congreso.

“Estas cuentas compartían contenido nocivo asociado a QAnon de manera masiva y se dedicaban principalmente a la propagación de esta teoría de la conspiración”, dijo Twitter en un comunicado, precisando que muchos individuos tenían más de un perfil.

No es la primera arremetida de las redes para contener a los grupos conspiracionistas. A inicios de octubre, en la antesala de las elecciones presidenciales estadounidense, Facebook había borrado algunas cuentas. Twitter y Youtube habían tomado medidas similares.

Pero las sutilezas parecen haberse acabado tras la invasión del Capitolio, que consternó al país y manchó su imagen internacional.

El lunes también, Facebook indicó que no levantaría la suspensión de la cuenta de Donald Trump y retiraría todos los mensajes con el eslogan “Detengan el robo”, que el presidente republicano ayudó a expandir en redes sociales, en referencia a sus acusaciones infundadas de fraude dirigido por los demócratas en las presidenciales.

Moderación laxa

Parler, ya expulsada de las plataformas de descargas de Apple y Google debido a la proliferación de “amenazas de violencia” y “actividades ilegales”, se halla en el ostracismo. La red conservadora demandó el lunes a Amazon, estimando que su suspensión está basada en razones políticas y para reducir la competencia en favor de Twitter.

La decisión de Amazon “equivale a desconectar a un paciente de su soporte vital. Matará a la empresa en momentos en que se estaba disparando”, dijo Parler en su demanda.

Los tres gigantes de la tecnología le reprochan a Parler una moderación demasiado laxa de los contenidos. Frente a la proliferación de mensajes promoviendo la violencia, “Parler no puede, o no quiere, identificar rápidamente y retirar esos contenidos, dijo Amazon en un mensaje a la AFP.

La popularidad de Parler se disparó luego de que el viernes Twitter cerró definitivamente la cuenta de Trump. El sábado, la aplicación de Parler fue la más descargada en Apple en Estados Unidos.

El cofundador de Parler John Matze dijo el domingo que llevará tiempo volver a hacerla funcionar. “Haremos todo lo necesario para volver a estar en línea lo más rápido posible, pero todos los proveedores con los que contactamos nos dicen que no quieren trabajar con nosotros si Apple o Google no lo aprueban” y es difícil encontrar “300 a 500 servidores informáticos en 24 horas”, reconoció Matze en una entrevista con Fox News.

En un comunicado, Matze dijo la noche del domingo que quiere volver a hacer de Parler un lugar de “diálogo abierto” en donde no se tolera ninguna forma de violencia. Lanzada en 2018, la red social tiene un funcionamiento similar al de Twitter.

Una red social en pleno ascenso

La plataforma atrajo en sus inicios a usuarios conservadores, algunos de extrema derecha pero recientemente la empezaron a utilizar voces republicanas más tradicionales, como los presentadores de Fox News Sean Hannity y Tucker Carlson o la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem.

Pero fue la reciente decisión de Twitter, Facebook, y de otros grandes como Instagram, Snapchat o Twitch, de sacar a Trump de su espacios, la que hizo disparar el número de usuarios en Parler, así como en Gab, una red social poblada mayoritariamente por usuarios ultraconservadores.

Entre “600.000 a 700.000” personas se inscriben actualmente cada día en Gab, dijo Andrew Torba, cofundador de esa red creada en 2016. Pero es probable que las redes sociales conservadoras tengan que adaptarse a los nuevos términos dictados por los gigantes de internet.

El servicio de video en vivo DLive, utilizado por varios manifestantes durante la invasión del Capitolio el miércoles, prohibió siete canales y eliminó más de 100 videos. Algunos podrían optar por actuar como lo hizo Gab, que adquirió sus propios servidores para no depender de empresas externas.