A lo largo del fin de semana, se presentaron varias explosiones en la planta nuclear de Zaporiyia, de las cuales Ucrania y Rusia se cumplan mutuamente, mientras que el organismo nuclear de la ONU afirmó que “se está jugando con fuego”. Además, la Fiscalía ucraniana informó que descubrió cuatro “sitios de tortura” utilizados por los rusos mientras ocuparon la ciudad de Jersón.

En cuanto a los bombardeos en Zaporiyia, se sabe que la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) llevará a cabo una evaluación de las instalaciones a lo largo del día, a pesar de que desde ayer comentó que, si bien las explosiones dañaron edificios y equipos, no hay consecuencias críticas para la seguridad nuclear. Su jefe, Rafael Grossi, agregó que las fuerzas detrás del bombardeo están “jugando con fuego” y que “deben detenerse de inmediato”.

“Los repetidos bombardeos en el sitio de la planta de energía nuclear Zaporiyia de Ucrania (ZNPP) dañaron edificios, sistemas y equipos, y algunas de las explosiones ocurrieron cerca de los reactores”, se lee en una declaración publicada por la OIEA el domingo por la noche. El organismo dijo que la planta fue golpeada con “más de una docena de explosiones en 40 minutos”, aunque los niveles de radiación en el sitio se mantuvieron normales y no hubo informes de víctimas.

En palabras de Grossi: “A pesar de que no hubo un impacto directo en los sistemas clave de seguridad y protección nuclear en la planta, el bombardeo estuvo peligrosamente cerca de ellos. Estamos hablando de metros, no de kilómetros. Quienquiera que esté bombardeando la planta de energía nuclear de Zaporiyia, está asumiendo grandes riesgos y apostando con la vida de muchas personas”.

Entretanto, Rusia y Ucrania se culpan mutuamente de lo sucedido. “Esto no puede sino causar nuestra preocupación”, dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. “Hacemos un llamado a todos los países del mundo para que usen su influencia para que las fuerzas armadas ucranianas dejen de hacer esto”. En cuanto a Ucrania, Yuriy Sak, asesor del ministro de Defensa, comentó que los ataques “equivalen a una campaña genocida para congelar a los ucranianos hasta la muerte, para privar a los ucranianos de electricidad”. Rusia está tratando de “congelar el frente” porque “no está logrando nada en el campo de batalla y está buscando desesperadamente una manera de lograr lo que llama una pausa operativa en el frente”, comentó Sak al programa Today, de BBC Radio 4. Dijo que “no habría pausa por nuestra parte” y que Ucrania continuará con su reciente contraofensiva.

Centros de tortura en Jersón

Recientemente, la Fiscalía ucraniana informó acerca del descubrimiento de cuatro “sitios de tortura” utilizados por los rusos mientras ocuparon Jersón. “Los fiscales continúan determinando los crímenes de Rusia”, indicó la entidad en Telegram, afirmando que los funcionarios hallaron “sitios de tortura” en “cuatro edificios”.

Entre esos espacios visitados por los investigadores hay “centros de detención provisionales” de antes de la guerra, “donde, durante la toma de la ciudad, los ocupantes detuvieron ilegalmente a personas y las torturaron brutalmente”. Los investigadores incautaron “trozos de porras de caucho, un bate de madera, un aparato utilizado por los ocupantes para electrocutar a civiles, una lámpara incandescente y balas”, explicó la fuente, diez días después de que el Ejército ucraniano retomara Jersón, se lee en AFP.

Con información de AFP