Un escándalo médico sacudió esta semana a Argentina. El centro de salud infantil más prestigioso de Argentina, el hospital Garrahan, fues testigo de la captura del pediatra Ricardo Russo, jefe del servicio Inmunología y Reumatología, por presuntamente ser parte de una red internacional de distribución de pornografía infantil. 

Por los pasillos del hospital, todos decorados con enormes murales infantiles y cuadros de dibujos animados, pocos quieren hablar sobre lo ocurrido con Russo, uno de los médicos más veteranos y respetados del centro de salud.

«Estoy muy triste por toda esta situación», dijo una enfermera al diario La Nación. Junto a ella, un médico, agrego: «La noticia nos dejó helados; realmente muy impactados». 

De acuerdo con fuentes policiales, Ricardo Russo era un miembro activo de una sofisticada red de distribución de pornografia infantil. Según las investigaciones, el médico filmaba y fotografiaba a niños en su consultorio y luego distribuía el contenido a través de internet. 

«Tenemos la suficiente prueba como para imputar al detenido, que se negó a declarar; pediremos a la jueza su prisión preventiva», dijo la fiscal Daniela Dupuy, experta en delitos sexuales y a cargo del expediente, al canal de noticias TN.

Las autoridades le tenían puesto el ojo a Russo desde hace tiempo, cuando el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos detectó una serie de direcciones IP que compartían pornografía infantil desde Brasil y Argentina a través de la vieja red P2P eMule.

En noviembre del año pasado, las policías argentina y brasileña realizaron más de 100 allanamientos simultáneos. Una de las direcciones denunciadas los llevó hasta una vivienda en un barrio de clase media alta de Buenos Aires. Era la casa de Russo. Allí encontraron computadoras y memorias con 800 fotos y 70 vídeos de pornografía infantil.

“El allanamiento fue en noviembre, pero todo esto lleva un tiempo. No es fácil analizar todo el material incautado”, dijo la fiscal Dupuy.

Tuvieron que pasar seis meses para que las autoridades estuvieran seguras de arrestar al médico. Finalmente, el pasado miércoles, la policía se dispuso a arrestar a Russo cuando estacionaba su carro en el parqueadero del hospital. El pediatra no opuso resistencia alguna.

“Si se llegó a la detención es porque la justicia tiene evidencias claras de que el doctor Russo tiene una participación importante en esta red, que ya fue desarticulada», dijo más tarde la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

«El análisis forense de los dispositivos del médico permitió corroborar que en dos de las computadoras del pediatra había archivos de imagen y video donde sus protagonistas eran menores de entre 6 meses y 14 años dedicados a actividades sexuales explícitas», explicó una fuente vinculada con la investigación a La Nación.

La noticia se sintió como un tsunami en el Garrahan, un hospital público modelo que cada año atiende 600.000 consultas y es una referencia regional en trasplantes y tratamientos contra el cáncer infantil. Hasta allí llegan para atenderse niños de todo Sudamérica y solo en 2018 se realizaron 10.000 cirugías.

«En el Garrahan, que siempre fue un lugar de buenas noticias, ahora pasó esto, algo lamentable», comentaron trabajadores de ese centro de salud al diario La Nación.

Russo, de 55 años y se formó como médico en Argentina, Estados Unidos y Canadá. Trabajaba en el Garrahan desde 1996 y en 2008 se convirtió en jefe del Servicio de Inmunología y Reumatología, una especialidad que él mismo desarrolló dentro de la institución.