El reemplazo del director de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, un polémico empresario de Nueva York que duró diez días en el cargo, tiene sólo 28 años. Se llama Hope Hicks

Esta millennial (así se llama a los nacidos en la década de los 80 y mediados de los 90) originaria de Connecticut ha sido una de las seguidoras más firme del presidente, Donald Trump. Al llegar a la Casa Blanca, en enero, decidió mantener un bajo perfil. Tanto que, a pesar de ser una experta en manejo de redes, no tiene cuenta personal en Twitter y la de instagram es privada.

La Casa Blanca la nombró como directora de comunicaciones interina, tras los cambios que han afectado al gabinete del presidente de EE.UU., Donald Trump, en las últimas semanas.

Hope es una de los muchos jóvenes estadounidenses a los que Trump convenció en la campaña electoral de 2016. De hecho fue su portavoz en aquella época, aunque la mayoría de los millenias votaron por Hillary Clinton, según una encuesta del Instituto de Política de la Universidad de Harvard. Un tercio del electorado estadounidense está compuesto por jóvenes de entre 18 y 20 años.

Trump sabe los beneficios de trabajar con gente experta, mayor de 35 años, y menores de 30. El responsable del furor que logró durante la campaña en Twitter y Facebook fue Justin McConney,  e 29 años que comenzó como colaborador para redes sociales de Miss Universo en 2009 y pronto se convirtió en la mano derecha de Trump en plataformas digitales.

Cuando comenzó como su asesor en 2011, Trump sólo tenía escasos 300.000 seguidores en Twitter y sólo 100.000 en Facebook. Hoy, a punto de llegar a los 6 millones de seguidores, le pisa los talones a Barack Obama, una de las celebridades más grandes del planeta.

Hicks, de 28 años, llega para manejar las comunicaciones con la prensa. Algo difícil teniendo en cueneta las difíciles relaciones de Trump con ellos. Trabajará mano a mano con la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, hasta que el equipo del multimillonario encuentre un sustituto definitivo para Scaramucci.

El predecesor de Scaramucci como director de comunicaciones, Michael Dubke, dimitió en mayo después de unos tres meses en el puesto. La búsqueda de un reemplazo permanente para el cargo es consecuencia de las numerosas filtraciones a los medios que han tenido lugar dentro de la propia Casa Blanca, así como de la constante tensión entre el presidente y la prensa, a la que acusa de mentir y arrojar «noticias falsas» sobre su mandato.

Pero hay quienes dicen que Hope se va a quedar. Si el general retirado, John Kelly, quien llegó para poner orden en la Casa Blanca, la aprueba. Aunque dicen que la joven exmodelo es intocable y se mueve como pez en el agua en Washington. Trabajó con  Mike Dubke y con Sean Spicer y Scaramucci apostó por mantenerla en equipo de comunicaciones.

Es amiga de la hija favorita de Trump, Ivanka, y de su esposo, Jared Kushner. Es más estuvo en la audiencia con el papa Francisco. Trump la llama Hopester y es una de las defensoras a ultranza del magnate republicano.