Las primeras imágenes del cuerpo de Pamela Tabares se difundieron ajenas el respeto de, al menos, un nylon que la tapara. Tendido como una bolsa de basura, su peluca a unos centímetros, en medio de un camino de tierra, recibió un trato inferior al que se suele dar a los cadáveres. Así fue como sus compañeras se enteraron de su asesinato, incluso antes del reconocimiento en la morgue que confirmó su identidad. Envueltas en esa tristeza y bronca, hoy se manifestaron por las calles de Rosario para pedir justicia por Pamela, que apareció el miércoles fusilada de cinco balazos.

Pamela tenía 36 años y hacía algunas semanas que estaba parando en la casa de una amiga. Había quedado en la calle después de que la echaron de la pensión en la que vivía. Su principal fuente de ingreso era la prostitución pero cada vez le costaba más horas de calle cubrir el mínimo de sus necesidades básicas. Sus compañeras la apodaban “Brillito”, porque solía usar purpurinas y brillo en los labios para arreglarse. Rubia, sonriente, así la quieren recordar. “Las travestis somos hijas de los héteros y huérfanas del Estado”, decían los carteles con los que hoy marcharon para exigir justicia.

El cuerpo de Pamela fue encontrado en la localidad de Pérez, a 30 minutos de Rosario, pasado el mediodía del miércoles. Estaba tendido en la calle El Chajá, en un camino despojado de casas y con pastizales a los costados, lindero al camping del Sindicato de Camioneros. El fiscal de Homicidios Dolosos, Rafael Coria, dijo que Pamela había recibido al menos cinco tiros: tenía disparos en las piernas, en el pecho y uno en la cabeza. La hipótesis que se maneja es que la asesinaron donde quedó su cuerpo, ya que en el lugar fueron encontradas seis vainas servidas calibre 3.80.

Los forenses estimaron que al momento de ser vista por la persona que hizo el llamado a la policía, llevaba entre ocho y 12 horas de muerta. “Después de lograr la identificación comenzaron una serie de medidas para reconstruir las últimas horas, por el momento se mantienen en reserva pero hay líneas concretas. Se coordina con la Secretaría de Diversidad Sexual, ya que habría algunas personas que la conocían que pueden aportar datos”, dijeron a Cosecha Roja desde la fiscalía.

Coria empezó ayer a tomar las declaraciones y se realizó un informe preliminar forense para corroborar la información de la escena del crimen. “La autopsia definitiva estará la semana próxima”, dijeron de la fiscalía, y añadieron que a la entrada del camping de Camioneros hay una cámara de seguridad: “Si bien está bastante alejada del lugar del hecho, se está relevando, por ahora con resultado negativo”. Otras cámaras a revisar son las de la empresa de energía eléctrica Transener, las que están todavía más alejadas.

“Nos dolió muchísimo ver el cadáver de Pamela en los medios de comunicación, enterarnos así de su muerte fue un cachetazo muy bajo. La última vez que la vi fue en la Subsecretaría de Diversidad hace tres semanas, tengo entendido que se estaban ocupando de su caso. Desde la muerte de su madre, había quedado sola, no le conocíamos otros familiares”, dijo Jackeline Romero, integrante de la Red Diversa Positiva.

Frente a la fiscalía, además de reclamar por Pamela, las travestis y trans pidieron que las áreas de Diversidad municipales y provinciales den una mayor respuesta a sus pedidos, los cuales incluyen acceso a un trabajo formal, atención en salud y facilidades para acceder a la vivienda. “Al no tener garantía nos cobran un canon, y como se supone que nos vamos a prostituir nos cobran un extra. Esa es nuestra vida. ¿¡De dónde sacamos la plata si no vamos a la calle!? Nosotras somos el chiste de la sociedad, sin embargo pagamos los impuestos como todo ciudadano”, dijo Morena, compañera de Pamela, frente a las cámaras. Después del reclamo en el centro rosarino, el grupo marchó en caravana hasta la sala velatoria en la que desde anoche se encuentra Pamela. Allí,el Padre Fabián despidió su cuerpo con una bendición.