El triunfo de Volodomir Zelensky en Ucrania, el pasado 21 de abril, fue una gran sorpresa. Este hombre, de 41 años, era un novato en la política, un actor cómico que durante años encarnó a un Presidente en una serie de televisión llamada «Sirvo del pueblo», que era la historia de un profesor de historia cuyo discurso sobre la corrupción se viraliza en YouTube y lo convierte en un fenómeno electoral que gana la Presidencia. 

Zelensky se posesionó el pasado 20 de mayo y hoy, cuatro meses después de haber asumido la Presidencia, se convirtió en uno de los protagonistas del escándalo que tiene a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en la cuerda floja. 

Trump y Zelensky no se conocían sino hasta esta semana en la Asamblea General de Naciones Unidas. Sin embaro, Trump (otro inexperto en política) decidió hacerle una llamada el pasado 25 de julio para «pedirle un favor»: investigar a Hunter Biden, el hijo del exvicepresidente Joe Biden, su más seguro rival demócrata en las presidenciales de 2020.

La conversación hoy es la prueba reina para que los demócratas hayan decidido iniciar un proceso de «impeachment» o juicio político contra Trump por traicionar, entre otros, la seguridad nacional.

Antes, en mayo, ya el exalcalde de Nueva York y abogado de Trump, Rudy Giuliani, defendía su plan de viajar a Ucrania para pedir que las autoridades de ese país que investiguen la participación del hijo de Biden, Hunter, en una empresa de gas propiedad de un oligarca ucraniano. Un día después, desiste de hacerlo. 

¿Quién es Zelensky?

Zelensky tuvo un inédito ascenso en  la política ucraniana, luego de años de muchos escándalos y corrupción en la política ucraniana, y cinco años después de que una revolución en el nombre de la democracia y la transparencia que derrocó al corrupto presidente prorruso del país, Viktor Yanukovych.

El humorista de 41 años obtuvo 73,2% de los votos en la segunda vuelta de la presidencial, contra 25,3% para sur rival, de 53, según este sondeo realizado a la salida de los colegios electorales por el consorcio «Exit Poll National», que agrupa a tres institutos.

«Nunca los decepcionaré», prometió Zelensky antes de lanzar este mensaje: A  «todos los países del espacio postsoviético: «Mírennos. Todo es posible!».

Esta semana durante su participación en la Asamblea de la ONU y en medio del «Ucraniagate», Zelensky descartó haber «presionado» a nadie a petición de Trump. «Tenemos un país independiente y un fiscal general independiente. No puedo presionar a nadie», agregó.

De acuerdo con un artículo de The New York Times, los críticos de Zelensky creen que «su triunfo se debió al arraigado poder de los intereses de las empresas millonarias en Ucrania». Y señalan que «sus programas se transmitieron en el canal de televisión de Ihor Kolomoisky, un oligarca involucrado en un imparable escándalo relacionado con un rescate bancario en el que participa PrivatBank que le costó a Ucrania US$5.600 millones, un gasto abrumador para un país cuyo gobierno está apuntalado con préstamos del Fondo Monetario Internacional». Zelensky negó cualquier relación. Sin embargo, sí fue socio del industrial en un negocio con un estudio de televisión.

Padre de dos hijos y diplomado en derecho, Zelensky es originario de la ciudad industrial de Kryvy Rig, en el centro del país. Pero hizo carrera en los escenarios y en la pantalla, en espectáculos humorísticos y conocidas películas en Ucrania y también en Rusia.