El fuerte terremoto registrado en la noche del jueves en México ha dejado al menos 32 muertos en el sur del país -23 en el estado de Oaxaca, siete en Chiapas y dos en Tabasco-, según el informe preliminar de las autoridades.

En declaraciones a Televisa, el gobernador del sureño estado de Oaxaca, Alejandro Murat, actualizó la cifra de muertos en su región a 23 personas.

En Juchitán de Zaragoza, en el Istmo de Tehuantepec, se cayó una parte del palacio municipal y hay afectaciones en muchas viviendas, que ocasionaron la muerte de 17 personas.

En otros municipios del Istmo hay otros seis fallecidos, entre ellos dos en la localidad de Huamelula y otros dos en Ixtaltepec.

El terremoto de 8,2 en la escala de Richter que sacudió el sur y centro de México en la noche del jueves está entre los de magnitud más elevada registrados en Latinoamérica.

Este movimiento telúrico es asimismo el de mayor magnitud que se ha producido en México junto al que sacudió la ciudad de Jalisco el 3 de junio de 1932, que causó alrededor de 400 muertos, también de 8,2.

De magnitud levemente inferior, 8,1, fue el terremoto que asoló la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985 y dejó 10.000 muertos, según fuentes oficiales, cifra que la Coordinadora Única de Damnificados elevó a 45.000.

El mayor terremoto registrado en Latinoamérica, y también en el mundo, se produjo el 22 de mayo de 1960 en la localidad chilena de Valdivia, con una magnitud de 9,5, y que produjo un «tsunami» que cruzó el Océano Pacífico y llegó hasta Hawai (EEUU) y Japón. En este seísmo y los que se produjeron en los días previos en el sur de Chile murieron más de 5.000 personas.

El presidente Enrique Peña Nieto llamó a no bajar la guardia porque se pueden producir fuertes réplicas, aunque un tanto menores. Hasta el momento, tras el terremoto se han producido 65 réplicas, la mayor de ellas de 6,1.

El terremoto, de 8,1 según el Servicio Geológico de EE.UU., impactó en al menos una decena de estados del sur y centro de México, por lo que hasta 50 millones de personas -casi la mitad de la población nacional- pudo sentirlo. En Chiapas, el presidente decretó el estado de emergencia.

A modo de prevención, la Secretaría de Educación Pública (SEP) suspendió las clases este viernes en la capital del país, el Estado de México, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Veracruz, Tlaxcala, Puebla y Tabasco, para revisar la infraestructura de las escuelas.

Entre los daños materiales se informó de la caída de un hotel en la localidad de Matías Romero, en Oaxaca, que causó heridos, así como daños en viviendas e infraestructuras en otros estados.

La Comisión Federal de Electricidad informó que se vio afectado el suministro eléctrico a un millón y medio de usuarios, aunque ya se restauró el servicio a casi 800.000 de ellos.

Guatemala también ha resultado afectada por el terremoto y las autoridades del país hablan ya de varios heridos y casas caídas en el departamento suroccidental de San Marcos, fronterizo con México.

El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) activó una alerta para México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras y Ecuador.

El Gobierno de El Salvador advirtió de una amenaza de tsunami y activó las comunicaciones para evacuación inmediata en caso necesario.

No obstante, el mandatario mexicano consideró que la alerta de tsunami en las costas de Chiapas «no representa un riesgo mayor».

Asimismo, la Unión Europea (UE) ofreció ayuda a México tras el terremoto. «Monitorizando de cerca el desarrollo de los acontecimientos tras el terremoto en la costa sur de México. Mis pensamientos se encuentran con las personas de esas áreas. La UE está preparada para ayudar», escribió el comisario europeo de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides, en Twitter.