Cuatro ciudadanos chinos se encuentran aún detenidos por acudir el pasado lunes a las inmediaciones del tribunal donde tuvo lugar el juicio contra el abogado defensor de los derechos humanos Pu Zhiqiang y mostrar allí su apoyo al letrado.

Ese día fueron detenidas alrededor de una veintena de personas, que fueron puestas en libertad de forma gradual, salvo cuatro de ellos, Zhang Zhan, Wang Su’e, Lian Hongxia y Ran Chongbi, que todavía permanecen arrestados sin que se sepan los cargos en su contra, según indica hoy Radio Free Asia (RFA).

El juicio al célebre abogado chino Pu Zhiqiang, defensor de figuras como el artista Ai Weiwei, se llevó a cabo el lunes en Pekín en medio de fuertes tensiones en las inmediaciones del tribunal y llamamientos a favor de su inocencia.

Ese día, varios activistas desplegaron pancartas para proclamar la inocencia del acusado, lo que motivó enfrentamientos con grupos de agentes vestidos de paisano, quienes también propinaron empujones y zarandearon a periodistas y diplomáticos extranjeros allí presentes.

Estas acciones fueron condenadas por organizaciones como el Club de Corresponsales de China (FCCC, siglas en inglés), la delegación en Pekín de la UE, el Reino Unido o la Embajada de Estados Unidos en China, que urgió al Gobierno chino a liberar al abogado.

Pu, un destacado abogado de derechos humanos chino que también llevó casos de miembros del Partido Comunista torturados mientras eran investigados por corrupción, fue arrestado en mayo de 2014, tras asistir a un simposio sobre la matanza de Tiananmen de 1989.

Además de las protestas a las puertas del juicio, centenares de internautas se pusieron una foto de Pu como perfil en su cuenta de WeChat, el WhatsApp chino, en señal de apoyo, ya que es un abogado muy querido y admirado por su espíritu altruista y los numerosos casos que defendió, según dicen a Efe fuentes de su entorno.

Los dos delitos de los que se acusa a Pu por unos comentarios irónicos publicados en Weibo (el twitter chino), «incitación al odio étnico» y «provocación de disturbios», podrían suponer una pena conjunta de hasta 17 años de cárcel, según avanzó a Efe el lunes el abogado defensor del acusado, Mo Shaoping.