El desenace del caso del rapero norteamericano A$AP Rocky se conocerá el próximo 14 de agosto. Mientras tanto, el cantante podrá estar en libertad. Sin embargo, la intención de la Fiscalía sueca es otra. El día de hoy un fiscal sueco pidió una pena de hasta seis meses de cárcel para el rapero, juzgado por violencia durante una pelea a finales de junio en Estocolmo y quien alegó legítima defensa.

«No veo cómo se puede discutir de otra cosa que no sea cárcel», declaró el fiscal Daniel Suneson en su alegato final ante el tribunal de la capital sueca. «La agresión debería ser castigada con una pena de prisión firme de hasta seis meses», añadió el fiscal.

El abogado defensor del rapero, Slobodan Jovivic, pidió por su parte la absolución. «A mi entender, no hay ningún motivo para creer que la descripción del delito sea válida para mi cliente, debería ser absuelto y puesto en libertad», alegó.

Desde el pasado martes empezó el juicio del cantante, apareció esposado, vestido con una camiseta verde y un pantalón deportivo, y una expresión firme, en una sala de audiencia repleta, en presencia de su madre, Renee Black.

La primera jornada fue dedicada esencialmente al análisis de las grabaciones de video, en las que se puede ver como el artista empuja a un joven y luego lo golpea.

En unas fotos de la víctima tomadas por los investigadores el 30 de junio y difundidas la semana pasada por la prensa sueca se ven profundas heridas en varias partes del cuerpo, aparentemente provocadas por un objeto cortante.

Ahora, los jueces podrían condenarlo a hasta dos años de prisión y a pagar una multa. En el primer día de la audiencia, el martes, la fiscalía había alegado un acto voluntario, al estimar que A$AP Rocky y sus dos coacusados agredieron a la víctima, el pasado 30 de junio, a sabiendas que eran más numerosos.

A$AP Rocky, de 30 años, cuyo verdadero nombre es Rakim Mayers, en detención preventiva desde su arresto, reaccionó en «legítima defensa», declaró su abogado.

En caso de ser condenado, el cantante propuso el viernes realizar servicios comunitarios: «Saben donde vivo, tienen mis datos personales y los de mi abogado. He trabajado para obras de caridad, por lo que no me molestaría hacer algo así el fin de semana», declaró ante el tribunal.

Más de 64.000 personas firmaron una petición en línea para pedir la liberación del rapero. Y en las redes sociales, una campaña anima a los fans del artista a boicotear marcas suecas como Ikea.

Incluso provocó tensiones en las relaciones entre Estados Unidos y Suecia. El presidente Donald Trump, que acusó a finales de julio a Suecia de menospreciar a los negros estadounidenses, envió a su emisario especial encargado de los asuntos relacionados con rehenes, Robert O’Brien.

Varios congresistas estadounidenses exhortaron a Suecia a liberar al artista y un exembajador de Estados Unidos en Estocolmo, Mark Brzezinski, hizo saber a mediados de julio que contactó con el ministerio sueco de Relaciones Exteriores y con la Casa Real para denunciar una «injusticia con carácter racial».

Comportamiento «osado» 

En esta tercera jornada del juicio, los fans de A$AP Rocky se reunieron una vez más en el exterior del tribunal de Estocolmo, al grito de «Free Rocky» y «Free Flacko» («Rocky libre» y «Flacko libre»), en referencia al otro apodo del rapero. En el interior de la custodiada sala de audiencia, los testigos se sucedieron antes de dar paso a los alegatos finales.

La víspera, durante la segunda jornada de audiencia, la defensa cuestionó la versión de los hechos relatados por la víctima, un afgano de 19 años que dijo que cuatro personas le habían «golpeado».

El jueves, el acusado contó su versión de lo sucedido la noche del 30 de junio: «Tratamos de alejarnos, pero cuando nos fuimos nos siguieron», contó con calma en el estrado. Igualmente indicó que el comportamiento «osado» de la víctima le asustó.

A$AP Rocky reconoció sin embargo que había «lanzado» a su víctima al suelo antes de «dar[le] una patada en el brazo», con el fin de ayudar a su guardaespaldas, atacado por el denunciante y un amigo. En un video amateur difundido el martes ante el tribunal, el artista, que visitaba la capital sueca para un concierto, tira al suelo a un joven y después le asesta puñetazos junto a dos de sus coacusados.

Lo cierto es que Mayers está bien conectado. Es amigo de Justin Bieber, las Kardashian y del rapero Kanye West, amigo de Donald Trump. West manifestó su apoyo a Trump en campaña e incluso usa su característica gorra de “Make America Great Again” en varios actos, lo que le ha merecido las críticas de la población afroamericana. “Los negros siempre quieren a los demócratas, Hay gente que me dice: ‘¿Cómo te puede gustar Trump si es racista?’, bueno si estuviera preocupado por el racismo me hubiera mudado de Estados Unidos”, responde el músico cuando le preguntan por su apoyo al presidente.

Tan pronto se enteró de la detención de A$AP Rocky, Kanye West decidió activar su círculo de poderosos amigos. Por eso llamó a Trump. Las Kardashian, por su parte, hicieron lo propio con Melania Trump, esposa del presidente; también telefonearon a Jared Kushner, esposo de Ivanka Trump (hija mayor de Trump) y asesor de la Casa Blanca, para pedirles que intervinieran.