La Academia Sueca se pregunta si Bob Dylan, de conciertos en Suecia el próximo mes de abril, decidirá finalmente ofrecer su discurso de recepción del premio Nobel de Literatura, si quiere obtener el dinero con el que está dotado.

El cantautor estadounidense, de 75 años, ofrecerá dos conciertos en Estocolmo los días 1 y 2 de abril y en Lund (sur de Suecia), el 9. La ocasión soñada por los académicos para recibirlo y hacerle entrega, además de una medalla y de un diploma, del cheque de ocho millones de coronas (839.000 euros), que acompaña a cada premio.

La tradición exige que el laureado ofrezca un discurso de recepción, todavía llamada «la lección Nobel», que puede ser en cualquier formato, inclusive un video o una canción. Y esta lección debe tener lugar en los seis meses siguientes a la ceremonia de entrega de premios, del 10 de diciembre, a la que Dylan no acudió.

Fan absoluta, la secretaria permanente de la Academia Sueca, Sara Danius, parece ahora molesta.

«No hemos tenido ninguna conversación telefónica con Bob Dylan en los últimos meses. Sin embargo, Dylan es consciente de que debe hacer una lección nobel de aquí al 10 de junio como muy tarde para obtener el pago», escribió en su blog el lunes. «Lo que él decida, es su problema», añadió.

En 1966, Dylan escribió estas palabras de advertencia: «El que escucha mis canciones no me debe nada».

‘Cálculo erróneo’

Si no sigue la tradición, el galardonado con un Nobel puede perder la generosa prima, incluso si su nombre queda eternamente grabado en el mármol de los premios. «En lo que respecta a la Academia Sueca, es absolutamente seguro que el laureado con el premio Nobel de Literatura es Bob Dylan y nadie más», recordó Danius.

Dylan rechazó la tradicional invitación a la ceremonia del 10 de diciembre, alegando «otros compromisos». Un académico, Per Wastberg, lo calificó de persona «maleducada y arrogante», mientras que Sara Danius seguía defendiéndolo.

El cantante envió finalmente un discurso de agradecimiento en el que se declaraba sorprendido de ver su nombre al lado de autores como Rudyard Kipling, Albert Camus o Ernest Hemingway.

«Si alguna vez me hubieran dicho que tenía la mínima oportunidad de ganar el premio Nobel, hubiera pensado que mis posibilidades eran tan grandes como ir a la luna», escribió en este texto leído por la embajadora de Estados Unidos en Suecia, al término del lujoso banquete de Estocolmo.

Maria Schottenius, crítica literaria del influyente diario Dagens Nyheter, considera que la academia solo puede culparse a sí misma. La atribución del Nobel a un cantante, a expensas de grandes escritores o poetas, «ha sido un cálculo erróneo», declaró.

Sin embargo, la aparente indiferencia de Dylan no es en absoluto una señal de desprecio. El hombre de Minnesota simplemente no es amante de las grandes ceremonias, según ella.

La minigira sueca de Dylan coincide con la salida de su nuevo disco, una recopilación de versiones de Frank Sinatra, el tercero consecutivo, esta vez en triple álbum.

«Triplicate» será el 38 álbum de estudio del pope de la música folk estadounidense, pero el primero en formato triple, y saldrá el 31 de marzo. El último disco de Bob Dylan con títulos originales y de su composición, «Tempest», se publicó en 2012.