Acaba de estrenar “No tengo nada”, ¿cómo llegó a usted esta canción?

La canción de lo que habla es cómo priorizamos lo que es importante para nosotros en la vida. Me da la sensación de que estamos muy desconectados de las emociones y muy ligados a los bienes materiales, así que quise hacer el ejercicio de volver a intensificar las relaciones con la gente que tenemos alrededor. Nos pusimos a vivir en el pasado o en el futuro, estamos recordando o planeando, pero descuidamos el presente.

¿Cómo llegó usted a esta reflexión que le da nombre a su canción?

Creo que todos los objetos que compramos tal vez nunca nos han pertenecido. Suponemos que tenemos muchas cosas, pero en realidad no tenemos nada, porque no tenemos un abrazo de un amigo o de un ser cercano. Hoy día creo que los seres humanos no somos poseedores de nada.

El acompañamiento instrumental de la canción tiene cuerdas y percusión solamente, ¿por qué?

La producción está a cargo del colombiano Julio Reyes Copello y Alfonso Pérez. Las cuerdas que se escuchan ahí pertenecen a la Orquesta de Praga, una de las mejores del mundo, y Reyes tuvo la misión de convertir ese sonido grueso de un gran colectivo —son más de veinte músicos tocando— en un sonido minimalista. Nosotros no queríamos que el arreglo estuviera por encima del mensaje y de la voz. Me gustó la idea de pensar en un disco cocinado a fuego lento en un tiempo en el que todo es veloz.

¿Cuál fue el aporte de Reyes Copello en el sonido de Alejandro Sanz?

Con Julio (Reyes Copello) ya he trabajado varios años atrás. Nos comunicamos muy bien y hemos encontrado un lugar común en el que logramos desarrollar las ideas, mucho más allá de que musicalmente coincidamos en los gustos. La comunicación con él es maravillosa porque trabajamos codo a codo.

¿“No tengo nada” representa el sonido del álbum que saldrá publicado en 2019?

Los discos siempre salen muy eclécticos. No es que yo me lo proponga, sino que así sale. A mí me gusta la música con mayúsculas y creo que no hay que ponerse limitaciones. A mí me gusta jugar con las sorpresas, pero siempre que tenga un hilo conductor. Más que diversidad de estilos, a mí me gusta hablar de multiplicidad de lenguajes emocionales. Con el sencillo “No tengo nada” quise darles la mano a mis fans de toda la vida con un escenario común como la balada, pero después vendrán muchas más cosas.

Ya tiene más de doce trabajos discográficos de estudio. ¿Qué representa para Alejandro Sanz el estudio en la actualidad?

Volver a entrar en un estudio de grabación es una cosa maravillosa. Me gusta estar ahí para buscar algo que antes no había encontrado. Es genial tener la oportunidad de crear algo de la nada y poder conversar con quienes están ahí contigo. Muchos artistas fantaseamos con la retirada, con la vida sabática, pero yo nunca me voy a cansar del estudio de grabación. Hoy lo puedo comparar con un acto de amor por la música.

¿Cuáles son sus proyectos ahora?

En 2019 saldrá el disco completo, pero yo ya tengo todo preparado para empezar la gira, que comenzará en España. Después visitaré América Latina y tendré varias fechas por concretar en Colombia. Más adelante saltaré a Estados Unidos, para terminar con presentaciones en algunas capitales europeas. Tengo mucha ilusión de comenzar esta gira para arropar el nuevo álbum.