En los inmensos estudios de Budapest, rodeados de nieve, Antonio Banderas, con el pelo gris y alisado, da vida a un Pablo Picasso que echa la vista atrás sobre su larga existencia para la serie estadounidense «Genius Picasso».

«El viejo Picasso mira su vida por el retrovisor«, explica el actor, oriundo de Málaga, como el pintor español.

La serie, de 10 episodios, se basó en una exhaustiva investigación y «dará una visión más amplia del hombre y del artista«, destacó Banderas durante una pausa.

El ritmo de trabajo es incesante. «Tras cinco horas de maquillaje», el actor rueda casi siete escenas diarias.

El rodaje, que empezó el pasado octubre, tuvo lugar en París, Barcelona, Málaga, Budapest y pronto llegará a Malta.

Ken Biller, guionista jefe de la serie, que se estrenará el 23 de abril en Francia y el 24 en Estados Unidos por National Geographic, hace de la vida del artista una epopeya del siglo XX.

«Nuestro trabajo es divertir y contar una buena historia«, subraya, al margen del rodaje, en las afueras de Budapest. La dificultad radicaba en no traicionar la «verdad histórica».

‘Algunas infracciones’

«Nos hemos hecho con la verdadera historia de Pablo Picasso, fallecido a los 92 años, y hemos sacado drama, tensión, emoción y creado suspense», añade.

«Nuestros diálogos están alimentados de declaraciones que sabemos que dijeron los diferentes protagonistas, explica.

Toda la serie se basa en acontecimientos que tuvieron lugar, afirma, si bien admite «algunas infracciones».

«Por ejemplo, nos tomamos la libertad de comprimir algunos acontecimientos», precisa.

Momentos después, se rueda una escena que, supuestamente, sucede en el taller parisino del número 7 de la rue des Grands-Augustins, donde el pintor vivió de 1936 a 1955. Allí pintó su célebre lienzo «Guernica«, topónimo de la localidad vasca bombardeada por los nazis en 1937.

En este decorado, ambientado en 1946, Picasso/Banderas está de pie, en la penumbra, frente a la ventana, con la mirada sombría, sumido en el vacío.

Su joven compañera, François Gilot, interpretada por la francesa Clémence Poésy («Harry Potter») entra en la habitación. Embarazada de su hijo, que se llamará Claude, se acerca al pintor y, con ternura, le pregunta qué hace ahí parado, con aire soñador, pensativo.

Picasso reflexiona sobre «la creación de un símbolo universal». «Deberías revisar tus comienzos, tus picadores y tus palomas», murmura ella. El malagueño es el autor de la famosísima paloma adoptada por el Movimiento de la Paz en 1949.

Una catástrofe excitante

François Gilot, que también era pintora, «sabía desde el principio que su relación con Picasso sería una catástrofe (…) pero la aventura de la catástrofe era más excitante que una vida ordenada», destaca la actriz. «Y cuando la situación dejó de parecerse al modo en que ella quería vivir, dejó a Picasso».

El parecido de Banderas es impresionante. «Tengo verdaderamente la impresión de haber visto entrar a Antonio en el interior de Picasso (…) Ha crecido con esta figura, es muy emocionante verlo hacer este trayecto», dice la actriz. Anthony Hopkins lo encarnó en el cine en «Surviving Picasso«, de James Ivory, en 1996.

El joven Pablo es interpretado por un Alex Rich («True Detective») sorprendente, en un plató cercano en el que se recrea el mítico taller del Bateau Lavoir de Montmartre, en París, todo manchado de pintura, invadido de pinceles y de cuadros de su periodo rosa, como «La familia de saltimbanquis».

La acción se sitúa en 1905, Pablo Picasso pinta el retrato de su amiga, la escritora estadounidense Gertrude Stein, interpretada por Tracee Chimo («Orange is the new black»), muy convincente.

Su amante de la época, Fernande Olivier, encarnada por Aisling Franciosi («The Fall»), asiste al nacimiento de la obra. Este cuadro cubista requirió de 90 sesiones de pose y, aún así, el resultado no satisfizo al artista.

Más tarde, a alguien que puso en duda el parecido del retrato, cuenta Ken Biller, «Picasso le contestó la famosa frase de: ‘¡usted verá, acabará por parecérsele!'».