El francés Arsene Wenger, técnico del Arsenal, presentó sus excusas este lunes tras el incidente que le opuso, el domingo, a un árbitro, en el partido contra Burnley, aunque esto no impidió que la Federación Inglesa (FA) anunciase la apertura de un expediente sancionador.

En ese partido ganado 2-1 por el club londinense, Wenger se enfrentó al cuarto árbitro tras la expulsión de Granit Xhaka y después del empate 1-1 para Burnley en el descuento.

Wenger se enfrentó al cuarto árbitro entonces, llegando a empujarlo. «Lo lamento. Tendría que haberme callado», reconoció Wenger.

La FA anunció este lunes por la tarde en un comunicado que abre un expediente a Wenger «por conducta inapropiada».

«Se le acusa que alrededor del minuto 92, lanzó palabras abusivas e insultos hacia el cuarto árbitro«, precisó la federación.

«También, después de su expulsión del banquillo, se quedó en el túnel (de vestuarios) y mantuvo un contacto físico con el cuarto árbitro que derivó en una conducta inapropiada», agregó el texto.

Wenger protestó un penal en contra de su equipo en el minuto 90+2 que supuso el 1-1 en el marcador, aunque el chileno Alexis Sánchez acabó dando la victoria a los Gunners en el 90+7 transformando otra pena máxima y dando tres puntos que colocan a los londinenses segundos en la clasificación a ocho puntos del Chelsea.