El mundo se encuentra inmerso en la nueva realidad que ha provocado la pandemia de la COVID-19. El fútbol se juega a puerta cerrada, sin público, alejado al menos por ahora de los aficionados. El Santiago Bernabéu lleva cerrado desde principios de marzo. El coronavirus ha acallado ese estadio, inmerso en una gran remodelación. Aún se desconoce cuándo podrá reabrir sus puertas al fútbol.

Inaugurado el 14 de diciembre de 1947, fue desde el primer momento el templo de un equipo que pocos años después no paró de hacer historia. Y buena parte del mito se generó en casa. La segunda Copa de Europa tuvo como escenario el fortín, donde se pertrechó el equipo que dirigía José Villalonga para ir superando escollos y ganar su segundo título continental seguido.

El 30 de mayo de 1957, hace nada menos que 63 años, el Real Madrid lograba la ‘Segunda’, al imponerse por 2-0 al Fiorentina. La fiesta fue en casa, ante nada menos que los 120.000 espectadores que por entonces podía acoger. El estadio levantado en el Paseo de la Castellana fue vital para revalidar el título. Aquí fraguó el nuevo éxito continental, como a lo largo de su historia le ha caracterizado.

En octavos de final el cuadro de Villalonga estuvo al borde del K.O. Ganó en la ida al Rapid de Viena por 4-2 con sendos dobletes de Alfredo di Stéfano y Ramón Marsal, pero en la capital austríaca bordeó el desastre. La ‘Saeta’ Rubia lo evitó con un tanto en inferioridad para firmar el definitivo 3-1.

Entonces no se tenía en cuenta el valor plus de los goles de visitante ni había prórroga. Se tenía que acudir a un partido de desempate, y Raimundo Saporta logró que se disputase en el Bernabéu. Joseíto Iglesias y Raymond Kopa marcaron en la primera parte y establecieron el definitivo 2-0 que clasificaba a los blancos tras un encuentro tenso en el que fueron expulsados Rafael Lesmes y Ernst Happel.

El Real Madrid liquidó en cuartos al Niza en el Bernabéu por 3-0 y ganó también la vuelta en el Leo La Granje por 2-3, y volvió a tener como gran aliado al Bernabéu en la semifinal ante el todopoderoso Manchester United, al que superó por 3-1, para luego empatar a dos en Old Trafford. No lo tuvo tampoco fácil la Fiorentina, que progresó ante Norrkoping, Grasshoppers y Estrella Roja con resultados bastante ajustados. Se presumía que iba a ser un rival complicado para un equipo estelar, bien ensamblado en la parte de atrás por los Marquitos, Lesmes, Miguel Muñoz, Zárraga y compañía y con la magia de Kopa, Rial, Di Stéfano, Gento, Joseíto, Mateos y compañía.

Y así ocurrió. Los hombres de Fulvio Bernardini supieron resistir magníficamente el empuje de los de Villalonga, que tras cambiar de idea en el trayecto desde la concentración en El Escorial al estadio se decantó por una formación integrada por Alonso, Torres, Marquitos, Lesmes, Muñoz, Zárraga, Mateos, Rial, Kopa, Di Stéfano y Gento. Los italianos tan solo comenzaron a entregarse bien avanzada la primera parte. Era cuestión de paciencia, de madurar el partido, para el equipo español. Un penalti sobre Enrique Mateos, que se escapaba tras recibir un pase de Kopa, permitió a Di Stéfano abrir la cuenta a los 70 minutos.

No modificó el planteamiento del Fiorentina el gol y el Real Madrid, ambicioso, siguió arrinconando a su rival. De nuevo la visión de Kopa fue determinante. Esta vez Paco Gento no encontró freno y firmó el definitivo 2-0 para dar paso a la gran fiesta del Bernabéu que por primera y aún única vez levantó la ‘orejona’ en casa.