Al menos 8.000 entradas para el partido que este jueves enfrentará a Brasil y Argentina aún no han sido vendidas, lo que pudiera llevar a que el clásico entre ambas selecciones no se dispute con el aforo completo.

El partido, correspondiente a las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Rusia 2018, se disputará en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, capital del estado brasileño de Minas Gerais, y opondrá en el campo a Lionel Messi y Neymar, dos de las grandes figuras del fútbol mundial y del Barcelona.

Sin embargo, esos condimentos no han generado la atracción que esperaba la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que informó de que hasta ahora han sido vendidas 54.000 de las 62.000 entradas ofrecidas.

La prensa local lo ha atribuido a los precios de los ingresos, que varían entre 230 y 747 reales (entre 71 y 233 dólares) y ha considerado «excesivos» para un país como Brasil, apasionado por el fútbol como pocos pero sumergido en una grave crisis económica y con elevadas tasas de desempleo.

El salario mínimo en Brasil está actualmente en 880 reales (275 dólares), con lo que la boleta más barata para el «superclásico» del fútbol sudamericano equivale prácticamente a una cuarta parte de ese valor.

El partido se disputará a partir de las 21:45 hora local (23:45 GMT) y su resultado será crucial para el futuro de Argentina en las eliminatorias de Rusia 2018.

El seleccionado que encabeza Messi atraviesa una pésima racha, lleva tres partidos sin conocer la victoria y hoy estaría fuera del próximo Mundial, ya que ocupa la sexta casilla de la clasificación con 16 puntos.

Brasil, por el contrario, llega entonado, situado en el primer lugar de la tabla con 21 puntos y después de haber obtenidos sendas victorias en sus últimos cuatro compromisos, frente a Venezuela, Bolivia, Colombia y Ecuador.