Con un empate sin goles en el Camp Nou ante Slavia de Praga, Barcelona mantiene la mala racha que viene desde el torneo local (perdió 3-1 con Levante) y que ahora lo tiene en una posición poco cómoda pensando en lo que será su clasificación a los octavos de final de la Champions League.  

Con ocho puntos, el cuadro blaugrana aventajan provisionalmente a Inter de Milán y Borussia Dortmund, pero hay que tener en cuenta, además de el partido entre ambos, que los dirigidos por Ernesto Valverde deben recibir a los alemanes y visitar San Siro en las dos últimas fechas, algo que complica todo mucho más, que no permite un error.

Los checos, que demostraron una gran ambición y no tuvieron miedo a la hora de implantar dos barreras para contener los ataques del club español, pudieron llevarse la victoria, aunque la mejor ocasión del encuentro fue para Lionel Messi, en un disparo que terminó en el palo. Si bien el argentino no tuvo un mal encuentro, la pelota no entró por más que los intentos fueron constantes (Barcelona tuvo la pelota en el 62% del encuentro).

Aunque la precisión en los pases fue alta (84.7%), no hubo riesgo con la posesión y Barcelona tocó mucho, pero algunas veces sin peligro. Y eso motivó a un rival fuerte, que con más ganas que inteligencia logró lo que pocos clubes hacían antes: sumar un punto en el Camp Nou.

Messi y compañía no se recuperan del golpe contra Levante y ahora deberán esperar a lo que suceda entre italianos y alemanes para tener más clara la hora de ruta en una competencia que sigue siendo reticente para los españoles.