En un discurso en Estrasburgo, Francia, el líder de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, afirmó que desde el comienzo de la guerra, Ucrania solamente ha recibido 1.000 millones de euros para la compra de armamentos, una cifra que, según él, no es nada comparada a los 35.000 millones de euros por la venta de energía que ha recibido Rusia.

Los 1.000 millones de euros a los que se refiere Borrell proceden del Fondo Europeo en Apoyo de la Paz (FEAP) destinados al suministro de armas letales y otros abastecimientos a Ucrania.

El líder diplomático europeo aseguró en Twitter que la Unión Europea deseaba “aislar a Rusia, unir a la comunidad internacional y evitar un mundo dividido”.

“Seguiremos apoyando a Ucrania y ayudaremos a los ucranianos a defenderse”, dijo Borrell.

Para esto, según el diplomático, se debe incrementar la cantidad de armas que se envía Ucrania, para poder así finalizar la guerra. El líder diplomático también aseguró que el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, “necesita menos aplausos y más ayuda. Zelensky necesita que le digan menos que es un héroe y le otorguen más armas”.

Además, indicó que la UE debe agilizar la ayuda otorgada a Ucrania y “seguir presionando a Rusia, para así combatir al invasor con todas las capacidades a nuestro alcance”.

Por otro lado, también alegó que pese a que la Unión Europea había prometido 1.000 millones de euros en ayuda militar para Ucrania, que puede parecer mucho, no obstante “1.000 millones de euros es lo que le pagamos a Putin todos los días por la energía que nos proporciona. Desde el comienzo de la guerra le hemos dado 35.000 millones de euros. Compare eso con los 1.000 millones de euros que le hemos dado a Ucrania en armas”.

Se espera que se anuncie las nuevas prohibiciones que se aplicarán a Rusia, después de que se conocieran los crímenes que presuntamente este país cometió en Bucha, a las afueras de Kiev, la capital ucraniana. La Unión Europea intensificó dichas sanciones al conocerse que en Bucha civiles han sido asesinados, torturados, violados y abusados.

Según afirmó The Guardian, la quinta ronda de sanciones hacia Rusia se harán a las importaciones de carbón y sumarán un valor de 4.000 millones de euros.

No obstante, los países bálticos y Polonia han argumentado que las sanciones no solo deberían ser aplicadas a la prohibición energética, sino también a las exportaciones petroleras y de gas, que son mucho más lucrativas para Rusia. Sin embargo, varios países como Alemania y Hungría se han opuesto a dichas sanciones, ya que el país ruso importa 41 % del gas y 27 % de petróleo a la Unión Europea, aunque los porcentajes varían e incrementan en otros países miembros.

Según argumenta Borrell, la autonomía energética de Europa depende de energías renovables, y por ahora Europa depende de los combustibles otorgados por Rusia, pese a que este último país ha sido criticado por los abusos a los derechos humanos que ha cometido y, recientemente, por la invasión a Ucrania que ha llevado a cabo.

De acuerdo con Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea,estas sanciones impuestas a Rusia no serían las últimas, puesto que actualmente se encuentran trabajando en una propuesta hecha por Estonia, por medio de la cual “los pagos por el gas ruso se colocarían en una cuenta de depósito en garantía, es decir, en manos de un tercero, con el objetivo de limitar los ingresos al estado ruso que podría financiar la guerra”, según afirmó The Guardian.