El ministro brasileño de Educación, Milton Ribeiro, presentó su renuncia luego de verse envuelto en un escándalo en el que es investigado por tráfico de influencias por haber favorecido a aliados políticos de pastores evangélicos. El presidente Jair Bolsonaro aceptó y firmó la dimisión, que fue publicada en el diario oficial.

El escándalo estalló la semana pasada, luego de que el diario Folha de S.Paulo reveló un audio en el que el ministro aseguraba que, a pedido del presidente, daría prioridad a la liberación de recursos públicos destinados a educación hacia municipios gobernados por “amigos” de dos influyentes pastores. A raíz de esa filtración, el Supremo Tribunal Federal autorizó una investigación contra el ministro.

“Decidí solicitar al presidente no continuar en el cargo, con la finalidad de que no pese ninguna duda sobre mi conducta ni la del gobierno federal”, dijo Milton Ribeiro, de 64 años, en una carta enviada al presidente y divulgada por la prensa brasileña.

Ribeiro es el tercer ministro de Educación del Gobierno de Bolsonaro, ya que con una de las carteras más problemáticas, junto con la de Salud, debido a la pandemia. La salida del ministro coincide con los primeros movimientos de la precampaña para la reelección de Bolsonaro, quien, pese a varias denuncias, ha sostenido como uno de los supuestos logros de su gestión el fin de la corrupción.

Un colaborador del Palacio de Planalto dijo a la AFP que la permanencia de Ribeiro se había vuelto “insostenible” a medida que crecía la presión de algunos ministros para que saliera, evitando así un desgaste para la imagen del gobierno en un año electoral.

“Tengo plena convicción de que jamás realicé un solo acto de gestión en mi ministerio que no fuera marcado por la corrección, la probidad y el compromiso con el erario. (…) Después de que sea demostrada mi inocencia, regresaré”, agregó el ministro en la carta.

Bolsonaro había defendido al ministro el jueves pasado cuando dijo, durante su transmisión semanal por Facebook, que ponía “su cara en el fuego” por Ribeiro y calificó de “cobardía” la acusación. Ribeiro asumió sus funciones en julio de 2020 en el gobierno del ultraderechista, que llegó al poder apoyado por el electorado evangélico.