El barco Andronikos, de la compañía china Cosco, será el encargado de inaugurar el nuevo Canal de Panamá el 26 de junio, tras el sorteo realizado este viernes por la autoridad canalera.
El buque portacontenedores Andronikos, con capacidad de hasta 9.400 contenedores, con una manga 48,25 metros y una eslora de 299,98 metros, atravesará la vía desde la esclusa de Agua Clara, en el Caribe, a la de Cocolí, en el Pacífico, donde se realizarán los actos protocolares.
China es el segundo usuario del Canal detrás de Estados Unidos. Para el sorteo, realizado en la capital panameña, la Autoridad del Canal de Panamá había invitado a sus 15 principales clientes para que presentaran como candidatos para el tránsito inaugural embarcaciones neopanamax con un máximo de 49 metros de manga, 366 metros de eslora y 12,5 metros de calado.
Aunque al final sólo hubo dos finalistas, el Andronikos y el Thalatta, un portavehículos de la compañía noruega Wallenius Wilhensen.
A los actos de inauguración están invitados 70 jefes de Estado y de gobierno, incluido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama y de China, Xi Jinping, así como los mandatarios latinoamericanos.
El buque japonés «Linden Pride» será la segunda embarcación en pasar por el nuevo Canal al día siguiente de su inauguración.
El «Linden Pride» es buque de gas licuado de petróleo (LPG, por sus siglas en inglés) de 230 metros de eslora y 36,5 metros de manga y de la línea Nippon Yusen Kaisha (NYK Line).
Con 22 millones de toneladas transitadas en 2015, Japón es el cuarto usuario del Canal de Panamá por detrás de Estados Unidos (162 millones de toneladas), China 48 millones) y Chile (29 millones).
El Canal de Panamá está en fase de ampliación para que buques de hasta 14.000 contenedores -el triple de carga actual- puedan atravesar sus 80 kilómetros.
Las obras, estimadas en 5.250 millones de dólares, llevan casi un 98% de avance, pero acumulan año y medio de retraso ya que el plan original era concluir los trabajos el 21 de octubre de 2014.
Con el Canal ampliado el tesoro panameño espera triplicar los 1.000 millones de dólares que recibe anualmente por el cobro de peajes, especialmente por el transporte de contenedores, granos y gas natural licuado desde Estados Unidos a Japón.