Canadá pondrá fin a sus bombardeos aéreos contra objetivos de la organización Estado Islámico en Siria e Irak el 22 de febrero y regresará las seis aeronaves F18 que había enviado a esa zona, anunció este lunes el gobierno.

En su lugar, Ottawa triplicará el número de sus militares responsables de tareas de capacitación y entrenamiento hasta llegar a unos 210, señaló el ministro de Defensa, Hargit Sajjan, en una conferencia de prensa con el primer ministro Justin Trudeau y altos oficiales.

Igualmente Canadá entregará durante tres años unos 718 millones de dólares estadounidenses en ayuda humanitaria y apoyo al desarrollo a los países de Medio Oriente.

El primer ministro canadiense había propuesto acabar con los bombardeos durante la campaña legislativa del año pasado.

«Sabemos que Canadá es más fuerte, mucho más fuerte que esta amenaza planteada por una banda criminal de matones que están aterrorizando a algunas de las personas más vulnerables de la Tierra», señaló Trudeau este lunes.

«Pueden decirnos pasados de moda, pero creemos que debemos evitar hacer precisamente lo que nuestros enemigos quieren que hagamos. Ellos quieren hacer que los enaltezcamos, que cedamos al miedo y caigamos en el odio y en el recelo mutuo».

«El enemigo mortal de la barbarie no es el odio, es la razón. Y la gente aterrorizada por Estado Islámico todos los días no necesitan nuestra venganza, necesitan nuestra ayuda«, agregó el primer ministro.

Las encuestas no coinciden, sin embargo, con la propuesta de Trudeau pues muestran que dos tercios de los canadienses apoyan las misiones de bombardeos e incluso quieren que se expandan.