Una mano / más otra mano / no son dos manos; / son manos unidas.”, dicen los versos de Gonzalo Arango. Y la mano que le ha extendido Carlo Ancelotti, entrenador del Everton, a James Rodríguez, ha sido fundamental para la carrera del volante de 29 años que no tuvo una buena temporada en el Real Madrid. Ahora, luego de haber compartido dos experiencias juntos en España y Alemania, el técnico italiano busca la zurda del colombiano para que juegue en la Premier League y recupere los minutos y la confianza en su juego.

James Rodríguez llegó al Real Madrid tras haber sido el goleador del mundial de Brasil 2014. Los merengues siempre han querido a los mejores jugadores del mundo en sus filas, y el colombiano fue uno de ellos en aquel entonces por su desempeño en la máxima cita del fútbol. Carlo Ancelotti, exfutbolista y director técnico italiano, era el capataz de la casa blanca en España en ese momento. Él fue el encargado de darle la bienvenida al 10 de la selección de Colombia y de convertirse en un mentor que potenció su estilo de juego y lo convirtió en uno de los referentes del cuadro madrileño en la temporada 2014-2015.

También se vistió con la 10. Todo fue orgullo para los colombianos en ese 2014. Y fue esa también la mejor temporada de James Rodríguez con el Real Madrid. Un total de 29 partidos y 13 goles fueron algunos números del volante en ese año. “La pelota siempre al 10″, y, efectivamente, el balón pasaba siempre por James, que demostró que tenía una zurda precisa y acorde a lo que siempre ha buscado Ancelotti, un jugador diferente, con virtudes para la creación de juego ofensivo y de control de la posesión.

En la era Ancelotti con el Real Madrid James ganó la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Los dos años siguientes, ya con Rafa Benítez y Zinedine Zidane, el volante colombiano ganó una Champions League, una liga de España, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. En la temporada 2015-2016 jugó 26 partidos y anotó siete goles; mientras que en el 2016-2017 participó en 22 encuentros y marcó ocho goles. Ya en ese último año James Rodríguez empezó a perder protagonismo en la plantilla merengue. Y el club español decidió cederlo en condición de préstamo al Bayern Múnich, donde nuevamente se encontraría con el entrenador italiano.

En el esquema del equipo bávaro James jugó con el 11 y se inclinó a jugar más como enganche. Si bien su juego cambió por su posición en la cancha, el colombiano siguió siendo una ficha clave en la identidad que propone Ancelotti en sus equipos. Táctica y orden grupal. Más que darle prelación a lo físico, el italiano busca equilibrio y buen manejo del balón. En su 4-4-2 busca siempre un volante que apoye la salida de los defensas; un armador que logre enlazar las transiciones de defensa-ataque; dos enganches que desborden por los costados y sepan también taponar las salidas de los laterales y un nueve definido que tenga gran afinidad con el gol.

En el Bayern Múnich de Ancelotti, James Rodríguez jugó 23 partidos, anotó siete goles y ganó la Supercopa de Alemania. Tanto en el Real Madrid como en los bávaros, el colombiano logró ser uno de los pupilos del italiano y logró cumplir con los roles que le encomendó como enlace y armador en España y como enganche en la escuadra alemana.

El ciclo de pases cada vez es más corto. Los rumores sobre el destino de James han sido el pan de cada día. La propuesta de 25 millones de euros por parte del Everton -equipo que dirige actualmente Ancelotti- es hasta ahora la más concreta y la más cercana a un final feliz para el volante colombiano de 29 años. De darse el traspaso se cumpliría el anhelo de Rodríguez por jugar en otra de las ligas importantes de Europa, pues hace un tiempo afirmó que la Premier League o la Serie A serían puertos ideales para recuperar su juego.

Hace unos meses el entrenador italiano dijo en rueda de prensa que: “¿James Rodríguez? Me gusta mucho como jugador. Cuando salí de Madrid, James Rodríguez me siguió a Munich, pero él me siguió como un rumor a Napoli y ahora me está siguiendo a Everton como un rumor”. El rumor pierde fuerza y el hecho parece hacerse cada vez más inminente. La mano aliada de Ancelotti resultaría ahora más vital que nunca para que el mediocampista colombiano recupere la confianza en sí mismo y empiece a ser noticia por sus goles y buenas actuaciones y no por permanecer ausente en las canchas.