Los eventos para conmemorar el aniversario se anularon con bastante antelación debido a la pandemia viral a lo que se sumaron desde principios de abril por los peores incidentes en muchos años.

Irlanda del Norte se encuentra además en plena incertidumbre política, desde el anuncio el miércoles de la renuncia de la primera ministra Arlene Foster, víctima de una rebelión interna dentro de su fuerza política, el ultraconservador partido unionista DUP, alimentada por los rencores sobre las consecuencias del Brexit.

En un mensaje en Twitter, el primer ministro británico Boris Johnson, cuyas promesas incumplidas provocan una sensación de traición entre los unionistas que quieren mantener al territorio bajo la corona británica, saludó un “aniversario muy importante” para la “formación del reino Unido tal como lo conocemos hoy”.

Desde que la vecina Irlanda se liberó de la dominación británica el 3 de mayo de 1921, la existencia de Irlanda del Norte, creada al mismo tiempo y unida a Gran Bretaña en el Reino Unido, ha sido objeto de un pulso a veces sangriento entre los dos países.

Los unionistas, mayoritariamente protestantes, y los republicanos, partidarios de la reunificación con la República de Irlanda, principalmente católicos, llevan décadas enfrentados.

Los republicanos, que no reconocen la corona británica, no celebran el aniversario.

Para Boris Johnson, se trata de un “momento d reflexión compartida”, y también la oportunidad de “celebrar a Irlanda del Norte y construir un mejor futuro para toda su población”.

La jefa del partido republicano SinnFein, Mary Lou McDonalds, favorable a la unificación de Irlanda, considera que el pasado de la isla ha sido “definido por quienes dividen”. Pero “el futuro es para quienes unen”, según tuiteó

Reconciliación

Si los Acuerdos de Paz de 1998 pusieron fin a tres décadas sangrientas que dejaron 3.500 muertos, las tensiones se vieron agravadas recientemente por los cambios vinculados al Brexit, y a principios de abril se registraron una decenas de noches de violentos disturbios con 88 heridos en las filas de la policía.

“El proceso de paz es atribuido con justicia a una generación de líderes que tenía una visión y la valentía de poner la reconciliación antes que la división”, escribió el domingo la reina Isabel II.

“Pero sobre todo, la paz que perdura debe ser atribuida a su pueblo, sobre cuyos hombros reposa el futuro”, agregó en un mensaje publicado en internet.

Según un sondeo publicado este fin de semana, 90% de los unionistas temen que la perspectiva de una unificación de Irlanda provoque el regreso de las violencias en la provincia británica.

Para evitar reimponer una frontera física con la República de Irlanda tras la salida del Reino Unido de la UE, Irlanda del Norte sigue aplicando las normativas del bloque.

Por eso, se establecieron controles a las mercancías procedentes de Gran Bretaña.

La comunidad unionista los interpreta como una separación administrativa del resto del Reino Unido.

Y es justamente esto lo que obligó a la primera ministra Arlene Foster a anunciar su dimisión, abriendo un periodo de incertidumbre política. Su renuncia como líder del partido DUP será efectiva el 28 de mayo y dejará el gobierno local a fines de junio.

La carrera para remplazarla ya ha empezado.

ESte lunes, el jefe de fila del DUP en el Parlamento británico Jeffrey Donaldson anunció su candidatura, al considerar que el partido debe “reforzar la unión en el año que viene”.

Su candidatura se suma a la del ministro norirlandés de Agricultura, Edwin Poots, considerado el favorito para suceder a Arlene Foster.