Chester Bennington, vocalista de la banda Linkin Park, murió el pasado 20 de julio a los 41 años. Según informó la oficina forense se trató de un aparente caso de suicidio. Chris Cornell, vocalista de las bandas Soundgarden y Audioslave, también se suicidó el pasado 18 de mayo a los 52 años de la misma forma: por ahorcamiento.

Cornell luchó contra la depresión y las drogas, Bennington también. En una ocasión, Cornell llamó a una revista de música desde el teléfono de una clínica de desintoxicación avisando que cancelaba una gira. Bennington tuvo problemas con las drogas y el alcohol y en alguna ocasión confesó que había considerado suicidarse tras haber sufrido de abuso sexual cuando era niño por parte de un amigo de la familia en Arizona.

Los dos eran muy cercanos. Muchos de sus seguidores recuerdan cuando tocaron juntos la canción Hunger Strike (1991), de Temple of the Dog, en medio de una gira en 2008.

Chris Cornell, cofundador de Soundgarden, una de las bandas insignia del movimiento grunge, murió luego de su presentación en el Fox Theater de Detroit, Michigan, la última parada de la gira por Estados Unidos de Soundgarden. Fue encontrado inconsciente por los servicios de seguridad en su habitación del hotel.

Chester Bennington fue encontrado en una residencia privada en Palos Verdes, Estados Unidos. Horas antes de su muerte, el grupo Linkin Park, había lanzado el video oficial de su canción Talking To Myself. También tenían pensado iniciar una gira que incluía presentaciones en el estadio de béisbol Citi Field de Nueva York.

Cornell dejó tres hijos, dos con su segunda esposa Karayiannis, una agente musical a quien conoció en París. Bennington se casó en dos ocasiones y tenía seis hijos.

En el funeral de Cornell, Bennington interpretó la canción Hallelujah, de Leonard Cohen.

Algunos de sus fieles seguidores aseguran que no es casual que Bennington se quitara la vida el mismo día en que Cornell cumpliría 53 años.

Bennington expresó su conmoción cuando se enteró de la muerte de Chris Cornell, incluso le dedicó una carta abierta en la que aseguraba que “no puedo imaginar un mundo sin ti en él”.

Esta es la carta completa que le escribió Bennington a su amigo, Cornell:

“Soñé con Beatles anoche. Desperté con Rocky Raccoon sonando en mi cabeza y una cara de preocupación por parte de su esposa. Ella me dijo que mi amigo murió. Pensamientos de ti inundaron mi cabeza y lloré.

Aún lloro, con tristeza, así como con gratitud por haber compartido momentos tan especiales contigo y tu hermosa familia. Me has inspirado de muchas formas que nunca pudiste saber. Tu talento era puro y sin rivales. Tu voz era placer y dolor, ira y perdón, amor y dolor al corazón, todo en uno. Supongo que eso es lo que todos somos. Me ayudaste a entender eso.

Recién vi un video tuyo cantando. “A day in the life” de The Beatles y pensé en mi sueño.
Me gustaría pensar que estás diciendo adiós a tu manera. No puedo imaginar un mundo sin ti en él.

Rezo para que encuentres paz en la otra vida. Envío mi amor a tu esposa e hijos, amigos y familia.

Gracias por permitirme ser parte de tu vida.

Con todo mi amor.

Tu amigo”.