El pasado 21 de abril, Misuri, en Estados Unidos, radicó la primera acción judicial contra China buscando reparación por la pandemia del COVID-19. Siguiendo la narrativa que ha liderado el presidente de ese país, Donald Trump, el recurso judicial, que encabezó el fiscal general del estado, Erich Schmitt asegura: “durante semanas críticas al inicio del brote, las autoridades chinas engañaron al público, ocultaron información crucial, arrestaron a denunciantes y negaron la transmisión entre humanos pese a las pruebas crecientes”. Según Bloomberg, por lo menos seis estados más del país norteamericano han iniciado litigios similares contra China, lo que deja una pregunta en el aire: ¿pueden prosperar?PUBLICIDAD

El presidente Donald Trump, dijo hace casi un mes de manera vaga que está explorando maneras para hacer que el país asiático pague por los millones de empleos perdidos y los gastos en salud que le ha significado la emergencia a Estados Unidos. En respuesta, el embajador chino en el país norteamericano, Cui Tiankai, escribió en el Washington Post: “una carga innecesaria ha estado distrayendo nuestro enfoque y socavando los esfuerzos internacionales para frenar el virus: la absurda mentalidad de ‘culpar siempre a China’”. Y remató: “Pedir una indemnización a una víctima es simplemente ridículo”.

Las demandas que han llegado a las cortes de Florida, Texas, Nevada y California, dice La Diaria, aseguran que China creó el virus y que se trataría de un arma biológica, hipótesis que ha sido ampliamente rechazada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La única diferente, agrega el medio de comunicación, es la de Misuri, que centra su atención en la posible violación del Reglamento Sanitario Internacional de la OMS ya que, insisten en este estado de republicanos, China habría omitido comunicarle la gravedad del virus a esta agencia de Naciones Unidas, como está pactado.

El abogado Wim Muller, de Chatham House, una organización que monitorea las relaciones geopolíticas y el derecho internacional le explicó a BBC Mundo que, para obligar a China a responder por los daños que ha dejado la pandemia, “tendría que hacerlo otro país, que tendría que encontrar alguna forma de obligación internacional que China haya infringido”. Y añadió: “Lo segundo sería encontrar una corte y una jurisdicción, y eso siempre es difícil, también en el derecho internacional porque, en general, los Estados no están dispuestos a darle a un tribunal el poder de juzgar su conducta legal”.

Una vía, dicen expertos, es la Corte Internacional de Justicia, en La Haya. No obstante, en el pasado, China ha rechazado someterse a jurisdicciones internacionales: ¿por qué lo haría ahora? El otro problema es definir por qué, en concreto, se le acusa a China: ¿por algo que sucedió al interior de sus fronteras o por incumplir una obligación internacional? En Misuri le acusan por “destruir investigación médica crucial” y otras supuestas maniobras para encubrir la gravedad de la pandemia, pero estudiantes de la Universidad de Miami, por ejemplo, piden en una acción popular que les regresen el dinero de sus matrículas.

Según recoge Bloomberg este domingo, algunos abogados estadounidenses parecen haber encontrado una salida: están demandado al Partido Comunista Chino. Ya lo hizo Misuri y también está por hacerlo Florida. “El Partido es una organización separada que controla el Gobierno, pero no es el Gobierno. No está sujeto a inmunidad soberana porque no es el estado”, le dijo a este medio especializado en negocios el abogado Matthew Moore, quien lidera las demandas de Florida, a las que se han sumado por lo menos 10.000 personas a través de un sitio web.

Para la periodista Magdalena Baz, de La Diaria, esto no es suficiente. “En el derecho actual, el límite es la naturaleza y la finalidad de los actos estatales, esto es, el Estado podrá ser juzgado sólo si el acto es de gestión o administración de bienes privados (actos de gestión versus actos de imperio). Similar solución tiene la Ley de Inmunidades Soberanas Extranjeras de Estados Unidos (1976). Dentro de sus excepciones plantea que los tribunales estadounidenses podrán tratar un caso contra un Estado extranjero si se basa en un acto de naturaleza comercial, desarrollado en el extranjero, pero con importantes efectos en territorio estadounidense. En cualquiera de las líneas argumentales de las demandas, la conducta de China no parece ingresar en la categoría de acto comercial”, explica en una columna publicada en su portal.

Pero el caso judicial parece ir más allá de las desgastadas relaciones entre China y Estados Unidos. A la demanda que lidera Moore ya se han unido ciudadanos de Ecuador, país fuertemente golpeado por el COVID-19. Asimismo, según Forbes, en México un grupo de abogados también instaurará una acción colectiva contra el Gobierno chino pidiendo reparación por la pandemia del virus SARS-CoV-2.