Las negociaciones siguen su curso pero el presidente Donald Trump, sugirió este lunes que la histórica cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong Un, se realice en la localidad de Panmunjom, en la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide la península coreana.

«Varios países son considerados para la reunión, pero la Casa de la Paz, en la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur ¿no sería más representativa, más importante y más duradera que un tercer país? Simplemente, pregunto!», tuiteó Trump sobre este encuentro previsto para junio.

La Casa de la Paz en la DMZ, fue donde Kim y el presidente surcoreano Moon Jae-in celebraron el viernes una histórica cumbre.

Kim, el primer líder norcoreano que pisara el sur desde el armisticio de 1953 que dispuso el cese del fuego en la guerra de Corea, caminó junto a Moon hacia la Casa de la Paz en el lado sur de la frontera.

– Rompecabezas –

De hecho, la pista de la DMZ es considerada desde hace cierto tiempo por la Casa Blanca como una opción creíble. Porque la elección del lugar de la cumbre ha sido un verdadero rompecabezas para los negociadores.

El dirigente norcoreano, que salió una sola vez al extranjero desde su llegada al poder a fines de 2011 -viajó a China hace un mes- se desplazó en un tren blindado porque evita notoriamente tomar un avión, al igual que sus predecesores. Varios expertos evocan también los temores de Kim Jong Un sobre su seguridad, que lo llevaría a evitar un largo desplazamiento o a un país poco amigable.

Del mismo modo, ir a Pyongyang sería probablemente percibido como una concesión simbólica demasiado fuerte al presidente estadounidense, mientras que China aparece a ojos de Washington como un aliado demasiado cercano a Corea del Norte.

El tuit de Trump y sus comentarios de los últimos días, parecen en todo caso confirmar una cosa: van por buen camino para concretar una cumbre que hasta hace pocas semanas parecía inimaginable.

La administración estadounidense expresa incluso un optimismo prudente, por boca de su nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo quien -luego de viajar a Pyongyang, donde se reunió con Kim Jong Un hace un mes, cuando aún era jefe de la CIA- afirmó que constata una «verdadera oportunidad» de avanzar con Corea de Norte.

Durante el fin de semana, Pompeo reveló que habló con el dirigente norcoreano sobre un «mecanismo completo, verificable, irreversible», para la «desnuclearización» del hermético país.

«Tenemos la obligación de comprometernos en negociaciones diplomáticas para tratar de encontrar un solución pacífica a fin de que los estadounidenses no corran riesgos a causa de Kim Jong Un y su arsenal nuclear», afirmó Pompeo.

Esta perspectiva, junto a la exitosa reunión intercoreana permitieron acelerar los preparativos para la cumbre Trump-Kim.

Seúl afirma que Corea del Norte ha prometido cerrar su sitio de ensayos nucleares en semanas e invitó a expertos en armas estadounidenses a verificar el procedimiento.

Kim también dijo a Moon que el Norte no necesitará armas nucleares si Estados Unidos promete no invadir su país, dijeron oficiales surcoreanos.