Ecuador ha creado un «corredor humanitario» para agilizar el traslado de venezolanos desde el norte con Colombia hasta la frontera con Perú, país que en las próximas horas comenzará a demandar pasaporte para cruzar a su territorio.

El «corredor», que no es sino un puente terrestre de 36 autobuses para trasladar emigrantes del norte al sur del país comenzó la pasada madrugada con paradas de acopio de insumos primarios en varias ciudades a lo largo del trayecto.

«Este corredor humanitario se ha querido establecer para este fin de semana. Nos vamos a quedar hasta que se complete el corredor humanitario con los 36 buses que se desplegaron, nosotros vamos a estar aquí hasta que esos buses se desocupen», aseguró a Efe Carlos Basantes, subsecretario de Gestión de Riesgos.

Los primeros vehículos partieron pasada la media noche y hasta ahora han salido unos 23, con más de 900 personas, en un proceso lento pero destinado a evacuar a los emigrantes.

De Rumichaca, el principal paso fronterizo con Colombia en la provincia del Carchi, partieron 20 vehículos, y de la de Sucumbíos, más al este, otros tres con 120.

El largo viaje hacia Perú en los autobuses fletados por el Gobierno ecuatoriano dura más de quince horas, en las que los emigrantes han de recorrer una distancia de cerca de 840 kilómetros.

Lo hacen con al menos una parada en algunas de las ciudades en el trayecto, donde la Secretaría de Riesgos ha coordinado con los gobiernos locales que se facilite asistencia a los pasajeros.

En estas mesas de ayuda se les entregan paquetes de alimentos e insumos para la higiene personal, dijo el subsecretario sobre el corredor. La idea, prosiguió, es proteger los derechos de los emigrantes y que tengan un trayecto seguro en su paso por Ecuador, así como asistencia de parte de los gobiernos locales.

Perú espera que unos 20.000 venezolanos golpeen sus puertas este fin de semana, cuando entra en vigor el requisito de presentar pasaporte para poder acceder a su territorio. Entre algunos venezolanos en Tulcán circulaba hoy el rumor de que Lima podría extender el plazo hasta el martes 28, aunque desde Perú no se ha informado de ningún cambio.

En cualquier caso, Ecuador, que impuso la misma regulación el pasado sábado, abrió una ventana entre la noche del jueves y hoy a primera hora para que los venezolanos pudieran entrar también con la carta andina, una medida que al parecer estuvo en vigor hasta las 10 de la mañana locales (15.00 GMT).

«Me han sellado en Colombia, pero Ecuador no me deja entrar porque me dice que fue hasta las 10.00 de la mañana», cuenta a Efe Elvis Carrillo, de 49 años, en la terminal de Rumichaca.

Efe ha constatado entre los emigrantes que muchos que llegan sin pasaporte obtienen de Colombia la visa andina, pero que cuando llegan a la parte ecuatoriana del paso se ven bloqueados por la policía o las autoridades de migración.

Natural de Yaracuy, Carrillo se enteró de la existencia del corredor a las 9.00 de la mañana (14.00 GMT), y fue a pie desde Ipiales, en Colombia, hasta la terminal para hacer la cola y poder acceder a uno de los autobuses.

Por el momento, las autoridades ecuatorianas no han informado de si volverán a hacer un paréntesis en la normativa de exigir el pasaporte, que hoy era recurrida en un tribunal de Quito a petición de la Defensoría del Pueblo. En la audiencia se espera que los jueces se pronuncien sobre la legalidad de la medida.

Una vez que se llenen los 36 autobuses disponibles, de los que 23 ya han partido en las últimas doce horas, la Secretaría de Riesgos volverá a «valorar la respuesta para establecer un corredor mucho más efectivo».

Mientras, en las carreteras del sur del país y en el puente internacional de Huaquillas, se vivían escenas de drama y de esperanza entre los emigrantes que conseguían alcanzar la frontera.

Cientos de venezolanos que llegaron por sus propios medios se concentraron a primera hora del día para intentar cruzar la divisoria antes de medianoche, en busca de ese futuro que les fue arrebatado en Venezuela.