El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró este martes estado de emergencia en Nueva York (estado) a raíz de la tormenta invernal que en esa jurisdicción, tras cuatro días, deja casi 30 muertos, apagones de energía y traumas en el transporte terrestre y aéreo.

Según un comunicado de la Casa Blanca, el mandatario “ordenó asistencia federal para complementar los esfuerzos de respuesta estatales y locales debido a las condiciones de emergencia”.

En particular, autorizó al Departamento de Seguridad Nacional, a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), a “coordinar todos los esfuerzos de socorro en casos de desastre que tengan el propósito de aliviar las dificultades y el sufrimiento causados por la emergencia en la población local”.

Así, se deberá “brindar la asistencia adecuada para las medidas requeridos” para “salvar vidas y proteger la propiedad y la salud y seguridad públicas, y para disminuir o evitar la amenaza de una catástrofe en los condados de Erie y Genesee”.

Vale la pena recordar que solo en Erie, donde se encuentra la ciudad de Buffalo, las víctimas mortales por la tormenta de nieve ascienden a 27, incluidas 14 personas que fueron encontradas a la intemperie y tres descubiertas en un automóvil.

Según Poloncarz, citado por la AFP, el número de muertos de Erie probablemente superaría el de la histórica tormenta de nieve de Buffalo de 1977, cuando murieron casi 30 personas.

En todo el día, el número de muertos por la tormenta ha subido a 49.

Específicamente, por la orden presidencial, “FEMA está autorizada a identificar, movilizar y proporcionar a su discreción, el equipo y los recursos necesarios para aliviar los impactos de la emergencia. Las medidas de protección de emergencia (Categoría B), incluida la asistencia federal directa, en el marco del programa de Asistencia Pública, se proporcionarán con un 75 por ciento de financiación federal”.

La Casa Blanca agregó que Deanne Criswell, administradora de FEMA, nombró a Lai Sun Yee como coordinadora Federal para las operaciones de recuperación en las áreas afectadas.