En horas de la mañana, tras cuatro días de travesía desde el Mediterráneo central, el buque de la ONG española Proactiva Open Arms arribó a este puerto español con rescatados de 14 nacionalidades distintas, entre ellos cinco mujeres, dos de ellas embarazadas, y cinco menores, tres no acompañados, según informaron la ONG y Cruz Roja.

Esta llegada se produce después del arribo del buque «Aquarius» a Valencia el pasado 17 de junio, con 630 migrantes a bordo, que fueron también rechazados por Italia. La situación se repitió la semana pasada con otro buque, fletado por la ONG alemana Lifeline, que finalmente fue acogido en Malta. A raíz de las tensiones dentro de la Unión Europea por la cuestión migratoria, sus Estados miembros alcanzaron el viernes un acuerdo para proteger sus fronteras y desmotivar a los migrantes de emprender la peligrosa travesía hacia Europa.

El acuerdo incluye la creación de plataformas de desembarco fuera de la UE, una mayor protección fronteriza y más cooperación con los países de origen de los migrantes para evitar su marcha. Desde su adopción, se produjeron tres naufragios con casi 180 muertos o desaparecidos, que se suman a los más de 9.200 contabilizados por la Organización Internacional para las Migraciones desde 2015.

En el puerto de Barcelona, los migrantes fueron acogidos por sanitarios de la Cruz Roja y, después de ser identificados por la policía, serán trasladados a los centros de acogida designados o bien al hospital si fuera necesario.

Los migrantes «están bien dentro de sus circunstancias, no ha habido ninguna emergencia médica grave, y están contentos porque se les ha comentado que el gobierno quiere que vengan aquí», dijo a la prensa Anabel Montes, jefa de misión de la oenegé Proactiva Open Arms.

Las ONG de rescate en el Mediterráneo se han encontrado con numerosos problemas en las últimas semanas, especialmente tras la llegada del nuevo gobierno italiano con el líder de extrema derecha Matteo Salvini como ministro del Interior.

Acusados por algunas instituciones de favorecer la inmigración irregular y generar un efecto llamada, Proactiva Open Arms asegura que el problema existe desde mucho antes de la presencia de estos buques en el Mediterráneo central. «La diferencia es que cuando estamos allí, llega más gente viva a tierra porque los rescatamos. Cuando no estamos allí, se mueren», aseguró Montes.