El Comité Olímpico Internacional (COI) encargó este sábado a tres miembros de su comité ejecutivo la selección final de los deportistas rusos que podrán participar en los Juegos Olímpicos de Rio 2016 a partir del próximo 5 de agosto.

La lista de los atletas rusos admitidos a competir tras las revelaciones del informe McLaren sobre la existencia de un sistema de «dopaje de Estado» en Rusia deberá cerrarse «antes del viernes», señaló un portavoz del COI, Mark Adams.

La incógnita sobre cuántos deportistas rusos, decenas de los cuales ya han sido excluidos, podrán tomar parte en los Juegos debería prolongarse por tanto unos días más.

La delegación rusa, que inicialmente debía estar formada por 387 deportistas, se redujo a «266», según la última cifra proporcionada por el ministro ruso de Deportes, Vitali Mutko.

Según el último recuento de la AFP, 117 deportistas rusos han sido descartados hasta el momento.

El COI debía tomar una decisión en la reunión de su comité ejecutivo, pero la delegó a un grupo compuesto por el turco Ugur Erdener, presidente de la Federación Internacional de Tiro con Arco y médico de profesión, la ex esgrimista alemana Claudia Bokel y el español Juan Antonio Samaranch Salisachs, hijo del que fuera presidente del COI de 1980 a 2001.

El panel examinará todos los casos uno a uno y «decidirá sobre la participación de cada deportista individualmente», precisó el portavoz al término de la reunión, que debía continuar el domingo pero concluyó el sábado por la noche.

Dos nadadores, Vladimir Morozov y Nikita Lobintsev, apelaron horas antes su exclusión ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), convirtiéndose en los dos primeros deportistas rusos en presentar recursos ante la máxima instancia de la justicia deportiva.

Los dos medallistas olímpicos piden al TAS, instalado en Rio durante toda la duración de los Juegos, que anule las decisiones tomadas por el comité ejecutivo del COI y la Federación Internacional de Natación (FINA).

Más bajas

Antes de la reunión, y tras largos meses de atrasos, el presidente interino de Brasil, Michel Temer, inauguró junto al presidente del COI, Thomas Bach, la Línea 4 del metro, considerada crucial para trasladar a decenas de miles de espectadores -22.000 por hora- durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.

La línea, que unirá los barrios de Ipanema y Barra de Tijuca, centro neurálgico del gran evento deportivo, abrirá sus puertas el lunes de forma parcial y solo para la familia olímpica.

De la parada final del metro, sin embargo, habrá que tomar un autobús de tránsito rápido hasta el Parque Olímpico, situado a unos 20 kilómetros.

La movilidad es con la seguridad una de las grandes preocupaciones de la organización de los Juegos, para los que se movilizó a 85.000 policías y militares, el doble que hace cuatro años en Londres.

«Tenemos un aparato de seguridad extraordinario hoy en Rio. Mandamos mucha más gente que en los eventos internacionales anteriores (…) En materia de seguridad estamos muy tranquilos», declaró Temer, el viernes, en una entrevista con varias agencias internacionales.

El zika, que atemoriza a los deportistas, causó dos nuevas bajas este sábado, cuando los tenistas estadounidense Bob y Mike Bryan, campeones olímpicos en dobles, anunciaron que no competirán en Rio para preservar «la salud de sus familias».

Aunque no lo citaron, los hermanos Bryan se unieron a una ya larga lista de deportistas de renombre que han dicho no a Rio 2016 por temor a este virus que se transmite principalmente por mosquitos, aunque también puede contagiarse sexualmente, y que puede causar malformaciones en fetos y trastornos neurológicos.

La climatología jugó una mala pasada a los organizadores, después de que una de las rampas de la instalación olímpica que acogerá las competencias de vela fuera dañada por el agua de la Bahía de Guanabara «como consecuencia de la marea», informó este sábado la organización.

El presidente del Comité Olímpico Brasileño, Carlos Arthur Nuzman, prometió que los desperfectos en la Marina de Gloria «serán arreglados» y recordó que en el inicio de la cuenta atrás «es momento de que muchas cosas sean corregidas».

Brasil, que está pendiente sobre todo del fútbol, ya que el oro olímpico es el único éxito que falta en su amplio palmarés en este deporte, ganó este sábado por 2-0 el primer partido amistoso desde que se anunció que su estrella, Neymar, será el capitán del equipo, y por tanto el encargado de llevar a buen puerto el objetivo de lograr el título.