El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva tiene este jueves una nueva oportunidad de recuperar la libertad. El jueves, la Corte Suprema de Brasil decidirá si acepta un recurso legal que permitiría a los presos condenados en segunda instancia agotar todos los recursos legales antes de caer presos.

Un fallo favorable a alterar la jurisprudencia actual podría conllevar a la libertad de numerosos presos, incluido el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que cumple una pena de ocho años y diez meses por corrupción.

¿Qué se discutirá mañana?

La Corte discutirá la interpretación de artículos de la Constitución y del Código Penal que ya han sido analizados por este tribunal en 2016, cuando por una ajustada mayoría se autorizó la prisión de un reo tras una sentencia en segunda instancia, pese a que aún se le permite apelar ante dos tribunales superiores.

En el caso de Lula, el más célebre de los miles de presos que están en las cárceles brasileñas sin una sentencia totalmente firme, la Corte revisará si es constitucional ir a la cárcel a partir de condenas en segunda instancia, como fue su caso. La alta corte ya se pronunció a favor de la prisión en segunda instancia en varias ocasiones desde 2016.

El expresidente fue condenado a ocho años y diez meses de cárcel por haberse beneficiado de un apartamento tríplex en el litoral paulista puesto a su disposición por una constructora involucrada en el escándalo Lava Jato. 

¿En qué se diferencia este proceso a los anteriores?

Desde hace meses está cobrando fuerza la idea de que el exmandatario de izquierda (2003-2010) tiene ahora el viento a favor en la alta corte, muy crítica con los métodos usados por los fiscales que lo llevaron tras las rejas en abril de 2018.

Pero ahora debe analizar el tema a partir de tres nuevos recursos. Y si, tras una deliberación que podría alargarse varias sesiones, los jueces deciden que no puede haber prisión hasta que no se agoten todas las instancias, el líder de la izquierda brasileña, de 73 años, y otros muchos presos quedarían en libertad en espera de que resuelvan sus recursos en las cortes superiores.

¿Hay posibilidades de que Lula salga favorecido?

A diferencia de lo ocurido en 2018, las probabilidades para Lula este año son más positivas. No solo los jueces están revisando la constitucionalidad de su sentencia, sino que también están por decidir, aun sin fecha, si el exjuez y actual ministro de Justicia de Bolsonaro, Sergio Moro, fue parcial al condenarlo por corrupción.

Si deciden que no, Lula también quedaría libre y todo el proceso sería anulado y debería empezar de nuevo.

Esta tesis ganó fuerza después de los supuestos mensajes revelados por la edición brasileña de The Intercept, un medio de prensa digital de origen estadounidense, entre Moro y los fiscales del Lava Jato, que sugieren cierta intimidad entre las dos partes y que habrían actuado para mantenerlo fuera de la disputa electoral. 

¿Podría hacer política si queda libre?

Aun si es liberado, su situación judicial le impediría retomar su carrera política, de acuerdo con las leyes actuales, que vedan la participación política a condenados en segunda instancia. 

Eso podría cambiar, sin embargo, si la corte suprema decide que el exjuez y actual ministro de Justicia, Sergio Moro, que condenó a Lula en primera instancia en 2017, no actuó de forma imparcial. 

Tanto Moro como los fiscales niegan haber perseguido ese propósito, pero si los jueces de la corte suprema consideran que el juicio fue parcial, la condena de Lula sería anulada y podría participar en política.