Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) lanzaron este martes contraataques en el norte de Siria para intentar bloquear la ofensiva de la alianza árabo-kurda apoyada por países occidentales, en particular Estados Unidos, en torno a Raqa.

El EI intenta frenar el avance de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) que cercan progresivamente Raqa, su capital ‘de facto’ en el país desde 2014.

La posición más cercana de las FDS está a 8 km de la capital provincial y a 18 y 29 km en las otras direcciones.

«Las batalles asolan todos los frentes alrededor de Raqa, acompañados de los bombardeos incesantes de la coalición» internacional liderada por Washington, indicó a la AFP el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

«La mayoría de las colisiones se deben a las contraofensivas del EI. Aunque los yihadistas no avanzaron, su objetivo es llevar a cabo una guerra de desgaste para agotar a sus adversarios especialmente alrededor del aeropuerto de Tabqa», a 55 km al oeste de Raqa, dijo.

Según él, 900 combatiente del EI procedentes de Raqa han sido desplegados para intentar esto sobre todos los frentes alrededor de esta ciudad.

El EI confirmó haber lanzado operaciones de guerrilla en el este de la provincia. Los yihadistas «realizaron un asalto con armamento ligero contra los apóstatas y volvieron a salvo a su base», según su radio Al Bayan.

Los combatientes kurdos y árabes conquistaron el domingo el aeropuerto militar de Tabqa, pero no consiguieron llegar hasta la ciudad del mismo nombre, a solo 3 km más al norte, que sigue en manos del EI.

«El frente de Tabqa sigue siendo el más importante y los enfrentamientos se desarrollan alrededor de la ciudad y del aeropuerto», precisó el OSDH.

Las FDS reforzaban sus posiciones gracias al apoyo de la coalición internacional, que interviene por aire y por tierra.

Evaluación de la presa

Luego de una breve pausa el lunes en los combates con el fin de permitir a los técnicos entrar y examinar la presa de Tabqa -dañada por los bombardeos-, los combatientes retomaron la lucha, indicó una portavoz de las FDS, Jihan Sheij Ahmad.

«El EI reunió tropas y atacó a nuestras fuerzas en el sector, lo que nos obligó a responder y a retomar las operaciones para liberar la presa», dijo.

En febrero, la ONU alertó sobre la crecida del agua, temiendo «inundaciones a gran escala en Raqa y en (la provincia de) Deir Ezzor» si la presa sufría daños por los bombardeos aéreos.

El martes, un periodista de la AFP vio a tres técnicos, acompañados por miembros de la Media Luna Roja siria, examinar la presa y evaluar el nivel del agua.

«Las explosiones y los combates amenazan a la presa y pedimos a todas las partes mantenerse a distancia», indicó a la AFP Ismail Jassem, un ingeniero de la presa de Techrine, en la provincia de Alepo. «El nivel del agua actualmente es aceptable. Hemos venido a abrir una válvula para reducir la presión».

En la parte siria del río Éufrates hay tres presas: Baas, Techrine y Saura, llamada también de Tabqa. Esta última tiene una capacidad de 14,1 km3, capaz de inundar el valle del Éufrates hasta Deir Ezzor si acaba cediendo, según el geógrafo francés Fabrice Balanche. Unas 100.000 personas, en su mayoría sunitas, viven alrededor de esta presa y en Tabqa.