El fútbol argentino está en crisis, y desde hace rato. Eso ya dejo de ser un secreto. A pesar de contar con los mejores jugadores del mundo, incluido el mejor de todos. Su torneo local, su federación y su selección, se encuentran cada vez más en la cuerda floja.

La sanción impuesta por la FIFA de cuatro fechas a Lionel Messi, sumada a la derrota ante Bolivia en la pasada fecha de eliminatorias, fue la gota que rebasó el vaso. A la irregularidad de la selección albiceleste se le sumaron numerosas voces. Entre ellas, no podía faltar la de Diego Armando Maradona.

El capitán que alzó la última copa mundial de Argentina, salió al paso de las críticas recibidas por el seleccionador Edgardo Bauza. Defendió su continuidad, pero aseguró que le sorprendió la convocatoria de varios jugadores nuevos que en su opinión les pesó la camiseta. “Erró en el recambio de los futbolistas”, sentenció el que para muchos, fue el mejor jugador de la historia.

Pero está crisis es consecuencia de las incongruencias dirigenciales con las que se maneja el fútbol argentino. Intervenida por la FIFA, con un torneo que nadie sabe cómo se lleva a cabo, con deudas por parte de los clubes, paros de los jugadores, técnicos y árbitros; el balompié gaucho se mantiene en pie gracias a la calidad de su materia prima que sigue dando a futbolistas que cualquier equipo en el mundo quisiera tener.

“Hay que evaluar un montón de cosas en el fútbol argentino. Hay que darle prioridad a la gente que sepa de fútbol y que los dirigentes acompañen», sentenció el “Pelusa”, quien aprovecho la elección del nuevo presidente de la AFA, Claudio Tapia, elegido este miércoles como el indicado para retornar el rumbo perdido.

Aunque la elección de Tapia se vislumbra como una salida a los problemas, desde afuera se sabe que los cambios no serán muchos. Pues el nuevo dirigente llega de la mano de los mismos que han venido manejando el fútbol argentino hasta ahora. Lo que conlleva a concluir que el nuevo aire que se pedía a gritos, jamás aterrizó en la AFA.

Por ahora, la esperanza radica en Lionel Messi. En Argentina confían que las cuatro fechas se reduzcan y el astro pueda estar para lo que resta de las eliminatorias. Pues los gauchos en este momento se ubican en la quinta plaza y tendrían que disputar el repechaje.

El mismo Messi se puso al frente de la situación y redactó una carta dirigida a Alejandra Salmerón García, Secretaria Adjunta de la Comisión Disciplinaria de la FIFA. “El árbitro asistente 1, de nacionalidad brasileña, entendía perfectamente lo que yo decía, a tal punto que hemos conversado de manera amigable sin que ningún momento mis dichos hayan ofendido o injuriado al árbitro. Demás está decir que si alguno de mis dichos hubieran incomodado al árbitro asistente 1 jamás fueron dirigidos a su persona sino que fueron dichos al aire y desde ya pido disculpas por ello”, señaló el capitán de la selección argentina.

La crisis en el fútbol argentino continuará. El futuro se devisa gris hasta que no se vea un proceso claro y prometedor en todos los niveles del balompié gaucho. Eso sí, se seguirán aferrando a su materia prima, la que los ha mantenido en pie a pesar de todas las dificultades.