El miércoles, la policía china reprimió con patadas y palizas con garrotes a los trabajadores de Foxconn en Zhengzhou, la fábrica más grande de iPhone’s en China, que protestaban para exigir mejoras en sus condiciones laborales. ¿Cuál es la razón de sus quejas?

Las manifestaciones contra Foxconn, registradas en videos que ahora circulan en redes sociales, estallaron el martes por la noche en la llamada “Ciudad iPhone” frente a los dormitorios de los trabajadores. La razón principal de la protesta fue el inconformismo con los términos de pago de los nuevos empleados reclutados por la compañía, las alarmas por el aumento de casos de Covid-19 y las precarias condiciones en las que viven al interior de la fábrica, desconectados del mundo exterior.

Foxconn y los términos de pago a sus trabajadores

A mediados de noviembre, Foxconn, subcontratista de Apple, lanzó una convocatoria para reclutar a 100.000 trabajadores para ensamblar el iPhone 14 y tener los productos listos para Navidad, pues el éxodo de sus empleados en octubre había dejado a la compañía sin la capacidad para lograr las entregas de los celulares antes de las fiestas de fin de año. Así llegaron cerca de 72.000 nuevos empleados a esta fábrica en la que trabajan cerca de 200.000 personas.

Cabe destacar que los trabajadores que dejaron la compañía el mes pasado lo hicieron por el aumento de casos de Covid-19 y en medio de las constantes acusaciones de maltrato laboral.

Para atraer a los nuevos trabajadores, y retener a los antiguos, Foxconn había prometido aumentar los salarios más de 4 euros por hora, además de dar una prima de 405 euros por 30 días de trabajo y otros 405 luego de un total de 60 días de trabajo, entre otras generosas bonificaciones. Sin embargo, según señalaron varios manifestantes, las condiciones se cambiaron cuando llegaron a trabajar.

Al llegar a la fábrica, los nuevos reclutas fueron informados de que solo recibirían el primer bono el 15 de marzo de 2023 y el segundo pago hasta mayo. Esto significaría que deberían trabajar durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar para obtener la primera de las bonificaciones.

“Los nuevos reclutas tenían que trabajar más días para recibir el bono que les prometieron, por lo que se sintieron engañados”, le dijo un trabajador de Foxconn a CNN.

En un comunicado, Foxconn dijo que “entendía” las preocupaciones de los nuevos trabajadores y culpó a un “error técnico” durante el proceso de incorporación al cambio.

“Pedimos disculpas por un error de entrada en el sistema informático y garantizamos que el pago real es el mismo que se acordó”, dijo la compañía en un comunicado para tranquilizar a los empleados respecto al salario.

La compañía también ofreció pagar a los trabajadores recién contratados unos 10.000 yuanes (US$ 1.400) para que renuncien y abandonen la fábrica, en un último intento por sofocar las dramáticas protestas y temiendo que la situación pudiera escalar mucho más.

Pero el problema con los pagos es solo una parte de las quejas sobre Foxconn, acusada durante mucho tiempo de obligar a sus trabajadores a trabajar muchas horas por poco dinero. Los empleados también lamentan las medidas duras, pero ineficaces, que emplea la fábrica para contener los brotes de Covid-19.

A finales de octubre, Foxconn impuso un sistema de vigilancia de circuito cerrado que obliga al personal a vivir y trabajar en el campus de la empresa, asilándose del mundo exterior, para evitar contagios. Según denuncias de los trabajadores, que Foxconn ha desmentido, no hay una separación entre los nuevos reclutas y las personas infectadas. Las cafeterías y supermercados fueron cerrados y las pruebas de PCR fueron suspendidas, ante la gran cantidad de resultados positivos que se estaban registrando.

“Foxconn es una empresa taiwanesa. No solo no difundió los valores de democracia y libertad de Taiwán al continente, sino que fue asimilado por el Partido Comunista Chino y se volvió tan cruel e inhumano. Me siento muy triste por eso”, le dijo un empleado a CNN.

Zhengzhou no es el único lugar donde se instauró el sistema de “circuito cerrado” para aislar a sus trabajadores durante largas temporadas para evitar contagios y mantener a flote la producción. En el centro de fabricación de Foxconn en el sur de Guangzhou también se impusieron barreras para confinar a los trabajadores.

Durante un buen tiempo, esta compañía ha estado bajo la lupa de periodistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos por sus prácticas inhumanas. Las primeras denuncias graves se remontan a 2010, cuando más de una docena de trabajadores murieron por suicidio. Según informes, esto fue producto del ambiente agotador y la presión que se vive al interior de las fábricas.

En 2017, el diario Financial Times publicó un informe en el que afirmó que Foxconn empleó ilegalmente a menores de edad para trabajar en Zhengzhou en el ensamblaje del iPhone X. Los jóvenes tenían jornadas de trabajo de hasta 11 horas. Según Foxconn y Apple, se trataban de estudiantes que estaban trabajando de manera “voluntaria” que estaban siendo compensados, pero los afectados dijeron que se les presentó como una “experiencia laboral obligatoria” y la única opción que tenían para poder graduarse.

Miles de estudiantes son obligados a trabajar en Foxconn como parte de su “educación secundaria”. Estos representan una importante mano de obra para la empresa. Para 2010, Foxconn tenía 150.000 pasantes, con edades de 16, 17 o 18 años. Esto sin hablar de los trabajadores migrantes o nongmingong, personas de áreas rurales que se van a las ciudades a trabajar y son tratados de manera precaria, permitiéndoles la salida de sus cuartos solo para ir a trabajar.

En su libro Morir por un iPhone, Jenny Chan, profesora asistente de Sociología en la Universidad Politécnica de Hong Kong, relata que son los trabajadores migrantes del campo quienes son los más afectados por las condiciones laborales precarias. Todas las personas que murieron por suicidio en el escándalo de 2010 eran migrantes. La respuesta de la compañía fue instalar redes para evitar que más gente se suicidara.

Las dudas sobre las prácticas laborales de Foxconn aumentaron en 2019. Un informe de China Labour Watch, grupo de transparencia sobre condiciones laborales, indicó que más del 50 % de los trabajadores de la fábrica son trabajadores temporales, lo que significa que no reciben los beneficios y garantías que reciben el resto de trabajadores.

Esta situación, además, viola una ley laboral que estipula que no más del 10 % de la fuerza laboral de una compañía puede estar bajo contratos temporales. Esta denuncia se extendió a otra fábrica de Foxconn en Hengyang, donde la fuerza laboral empleada bajo los términos de contrato temporal superaba el 40 %.

Apple no se ha pronunciado sobre las últimas protestas en las fábricas de Foxconn, ensambladora de uno de sus productos emblema. La compañía, reconociendo ser altamente dependiente de Foxconn en China, ha buscado otras opciones para que no se vea afectada su productividad, por lo que decidió subcontratar parte de su producción en India y estudia la posibilidad de hacerlo también en Vietnam.