El gobierno italiano ganó el martes la moción de confianza en el Senado, último requisito para que el nuevo ejecutivo, proeuropeo y liderado por Giuseppe Conte, se ponga a trabajar.

La coalición entre el Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema) y el Partido Demócrata (PD, primera fuerza de izquierda), dirigida por el primer ministro Giuseppe Conte, obtuvo 169 votos a favor y 133 en contra, y cinco abstenciones.

Antes de la votación, se produjo un debate encendido entre el exministro italiano del Interior Matteo Salvini, jefe de la ultraderechista Liga, y Conte.


En su intervención, Salvini atacó duramente a Conte y lo acusó de «estar clavado en su sillón» de jefe del gobierno, «como una vieja momia de la primera república», aquella en la que la Democracia Cristiana reinaba en la posguerra.

«Son la minoría en el país (…) pueden huir durante algunos meses, pero no hasta el infinito», prosiguió, recordando las elecciones regionales que tienen que celebrarse dentro de unos meses en Italia.

Conte fue reconducido la semana pasada en sus funciones a la cabeza de una mayoría que reúne al M5E con el PD y compuso un gobierno proeuropeo de tendencia izquierdista.

El exministro del Interior no soporta que el primer ministro se haya mantenido en su puesto después de que el propio Salvini rompiera la anterior coalición entre el M5E y la Liga, el 8 de agosto al pedir elecciones anticipadas. En ese momento, la Liga tenía entre 36 y 38% de la intención de voto, algo más que en los sondeos actuales, que le dan entre 31 y 32%.

Conte, un abogado de tono moderado, fue elegido en junio de 2018 por el M5E, un movimiento que surgió como rechazo a la vieja clase política, y se convirtió en el primer partido en el Parlamento italiano desde las legislativas de 2018.

Durante el debate, entre aplausos de sus partidarios, Salvini alternó ataques personales contra Conte con críticas a las políticas que propone. «Si alguien no quiere ir a elecciones, significa que tiene mala conciencia. Para ustedes, lo importante es frenar (la ascensión de) la Liga, para nosotros es relanzar al país», dijo Salvini.

La respuesta de Conte

Sin mencionar nunca a Salvini, Conte denunció en su réplica la «arrogancia de quien reclama plenos poderes», como el dictador Benito Mussolini. Cuando puso fin a la alianza con el M5E, Salvini exigió volver a las urnas para conseguir «plenos poderes» para dirigir Italia.

Echarle la culpa de los problemas a los otros, como salir del gobierno sin haber conseguido elecciones, «es eximirse de responsabilidad de por vida», agregó Conte.

Los senadores italianos debatieron durante todo el día el programa del nuevo gobierno de Conte y terminaron la jornada con un voto de confianza, último requisito para el visto bueno al nuevo ejecutivo.

El lunes, los diputados dieron por una holgada mayoría su voto de confianza al segundo gobierno de Conte (343 a favor y 263 en contra).

La situación era algo más complicada en el Senado, donde el gobierno dispone de una mayoría más estrecha, pero para los observadores no había dudas de que conseguiría la aprobación.

En el Senado, Conte fue acogido entre gritos de «dignidad, dignidad» y «traidor, traidor», procedentes de la bancada de la Liga y de los Hermanos de Italia (FDI), un pequeño partido de extrema derecha cercano a la Liga.

En su discurso del lunes ante los diputados, Conte prometió que impulsará una «nueva era de reformas», para relanzar la economía, la natalidad, las infraestructuras y la innovación. También reclamó a Europa más tolerancia en materia de presupuesto y solidaridad, para gestionar los flujos migratorios.