Paradójicamente el partido de este viernes, en las semifinales del ATP de Dubai, fue el más sencillo de Roger Federer en lo que va del torneo. A diferencia de los otros encuentros, en los que tuvo que trabajar para ganar en tres sets, en este, frente a Borna Coric, todo fue tranquilidad, buenos golpes y un doble 6-2 para alcanzar la final del evento.

El suizo, siembra dos del certamen, ganó el 80% de los puntos con su primer saque, no entregó puntos de quiebre y se quedó con el servicio de su rival en cuatro ocasiones. Lo anterior en palabras: día perfecto para Federer.

Fue el tercer triunfo de Roger sobre el croata, quien en 2018 lo había vencido en dos oportunidades, una de ellas la final del ATP de Halle en Alemania. Pero esta vez fue diferente, fue un monólogo del considerado mejor jugador de todos los tiempos que en una hora y siete minutos cerró su éxito.

Ahora, cuando está a un paso de ganar el título 100 de su carrera (este listado lo comanda el estadounidense Jimmy Connors con 109), Federer se medirá con Stefanos Tsitsipas, el juvenil que lo venció en los octavos de final del pasado Abierto de Australia.

El griego, con un juego similar al del suizo (es su ídolo), viene en un gran nivel tras superar al francés Gael Monfils en semifinales. Será él el último obstáculo para que Federer alcance el centenar de coronas, algo que solo ha hecho un hombre en toda la historia del tenis.