El pasado miércoles 1 de febrero, en la zona centro sur de Chile inició una ola de incendios que hoy, una semana después no han logrado ser controlados por los brigadistas y bomberos. Una de las preocupaciones latentes es que las altas temperaturas y la dirección en la que sopla el viento termine por incrementar la emergencia y expandir las llamas.

Además de 24 personas que perdieron la vida por la emergencia, hay 2.180 heridos y 5.560 ciudadanos que quedaron sin hogar. Los animales también han padecido, muchos de ellos quedando abandonados en medio de las cenizas y otros, de acuerdo con los médicos veterinarios, que han atendido más de 150 especies en la zona, tienen graves lesiones.

Debido al panorama, las autoridades declararon la alerta roja en sectores de la sureña región de Los Ríos por un incendio que afecta a los municipios de Corral y Valdivia. También temen que nuevos focos se generen en O’Higgins y la región Metropolitana de Santiago, más al norte, a raíz de una nueva ola de calor extremo con temperaturas que superarán los 37 ºC hasta el próximo viernes, según los pronósticos.