El goleador Julián Álvarez (21 años), la nueva joya del fútbol argentino, fue transferido por River Plate al Manchester City de Inglaterra, según informó la entidad “millonaria” este lunes.

“Acuerdo con el @mancity de Inglaterra para la venta de Julián Álvarez”, escribió River, último campeón de Argentina, en su cuenta de Twitter.

La Araña Álvarez sumó 17 goles y seis asistencias en 18 partidos, lo que le valió ser considerado por la crítica el “mejor jugador del campeonato” y una convocatoria a la selección argentina, ya clasificada al Mundial de Catar-2022.

“Es un jugador que a los entrenadores nos encanta por su calidad, su generosidad, su picardía. Es un chico muy joven y tiene mucho recorrido por delante”, opinó el entrenador riverplatense, Marcelo Gallardo.

Nació en el pequeño pueblo de Calchín, en la provincia de Córdoba (centro). Desembarcó en 2015 en las divisiones formativas de River, ya con Gallardo al frente del primer equipo.

Allí comenzó un proceso de formación y crecimiento que explotó a pleno en esta temporada hasta convertirse en un jugador esencial con capacidad para desequilibrar en cada cotejo.

Debutó en primera división en 2018, pero siempre estuvo en la mira de Gallardo que lo contuvo y le dio el tiempo y las herramientas necesarias para convertirse hoy en un delantero completo.

Se trata de un jugador que no sólo anota, sino que también da asistencias, puede bajar a colaborar, sabe presionar en ataque y se mueve con velocidad y precisión por toda su área.

Sus formidables rendimientos le permitieron ganarse un lugar en la selección argentina campeona de la Copa América Brasil-2021 en julio pasado, y es uno de los poquísimos jugadores de la liga local que es convocado por el entrenador Lionel Scaloni.

Ahora comparte vestuario y muy frecuentemente equipo con estrellas consagradas como Lionel Messi o Angel Di María, junto a quienes logró la clasificación a Catar 2022.

La carrera de Álvarez podría haber sido muy distinta, porque en 2011 fue a probarse a Real Madrid de España, donde cumplió buenas actuaciones, pero tenía apenas 11 años y el club merengue estaba imposibilitado de fichar jugadores tan jóvenes. Tampoco estaba la chance de mudar a toda su familia a España.