Miembros de una rama libia afín al grupo terrorista Estado Islámico (EI) ejecutaron a un ciudadano libio y a una mujer de origen árabe acusados de brujería en la ciudad meridional de Sirte, uno de los dos bastiones del grupo yihadista en el país.

Una fuente entes de Seguridad en la citada ciudad costera, situada a 435 kilómetros al este de Trípoli, explicaron a Efe que las dos personas fueron acusadas igualmente de combatir al califato y fusiladas por ello en la Plaza de Mártires, en el centro de Sirte.

«Probablemente la mujer ejecutada es de nacionalidad sudanesa», agregó la fuente, que prefirió no ser identificada.

Esta es la segunda ejecución por brujería de la que se tiene noticia en Libia en los últimos meses, después de que a agencia de noticias local WAL revelara el ajusticiamiento de dos clérigos libios identificados como Said al Maidani y Adel Hafez.

Los grupos armados afines al EI han aumentado su influencia y ampliado su control territorial en Libia a lo largo de 2015, gracias en gran parte al conflicto entre los dos gobiernos rivales y el fracaso de la mediación de la ONU.

Asentados en la ciudad oriental de Derna, vecina a la frontera con Egipto, los yihadistas no solo consiguieron repeler los ataques de las diferentes fuerzas contra su bastión, si no que han entrado en Bengasi, segunda urbe del país, y conquistado la ciudad portuaria de Sirte, a escasos kilómetros de la costa europea.

Estos grupos han creado allí estructuras administrativas y militares desde las que han comenzado a avanzar hacia las principales instalaciones petroleras.

Con ayuda de voluntarios entrenados en Siria e Irak, gran parte de ellos tunecinos, también han conseguido asentarse en el extrarradio de la localidad de Sabratah, situada a medio camino entre la capital y la frontera de Túnez.