El pasado fin de semana, Ricky Martin contó con un invitado muy especial entre el público que acudió a disfrutar con su nueva y vibrante residencia de Las Vegas: su antiguo compañero sentimental Carlos González Abella. 

Lejos de tratar de que su visita pasara desapercibida, el empresario no dudó en compartir con total naturalidad varias imágenes de su estancia en la ciudad en sus redes sociales, incluyendo varias fotografías tomadas dentro del auditorio del Casino de Monte Carlo poco antes del concierto del famoso cantante. La escapada a Las Vegas también supuso la excusa perfecta para que Carlos se reencontrara con algunos viejos amigos, incluido Joselo Vega, uno de los colaboradores de mayor confianza de Ricky Martin y su mano derecha.

Tras presenciar el elaborado espectáculo que el intérprete ha montado para su estancia en Las Vegas, su expareja quiso dedicarle un cariñoso mensaje público de alabanza y admiración en el que, quizás en un arrebato de nostalgia, decidió utilizar su apodo: Kiki.

«No estoy sorprendido del espectáculo increíble del que fui testigo anoche porque conozco su disciplina, su profesionalismo, su dedicación, su energía y elegancia. He sido afortunado de ver muchos shows de este gran artista, pero tengo que decir: ¡este es el mejor de todos! Mis felicitaciones Kiki. ¡Abrazote!», le deseó a través de su cuenta de Instagram.

La relación de Ricky Martin y Carlos llegó a su fin en 2013, aunque ambos han tratado de cultivar desde entonces una amistad basada en el respeto por el bien de los hijos del cantante, Matteo y Valentino, que nacieron mediante una gestación subrogada mientras la pareja aún estaba junta.

Por su parte, en las ocasiones en las que ha accedido a hablar públicamente de su ruptura, el artista portorriqueño -actualmente comprometido con el artista Jwan Yosef- lo ha hecho desde el cariño y tratando de restar dramatismo a una situación que, según él, se produjo «con mucha paz, mucho respeto y armonía».